Aitor

  • @aitor ahí, ahí, ahí l’as dao, ladrón!

    Suscribo todo tu comentario, pero cogiéndolo todo toíto, sobre todo por el final de tu segundo párrafo en el que llego incluso a atisbar una sutil traza de autocrítica…

    😉

  • En la próxima quedada navideña que sepas, @aitor, que el musculoso grupo “Nietos de los vinicultores de Cariñena” te va a hacer un escrache a la salida del restaurante (y yo me uniré a ellos)

    XXXD

  • Me estabas esperando… Pues Ja sóc aquí… 🙂

    Me he debido explicar mal. Jamás diré que haya vinos para hombres o mujeres. Eso es una falacia. Lo que quería decir es que algunos parecían demostrar su virilidad bebiendo vinos petroleados y denostando tintos ligeros, blancos y rosados, como más propios de damiselas que de hombres que se visten…[Leer más]

  • Jajaja, que no hace falta que emigres @aitor, que yo quiero que vuelvan y convivan, que le pego a todo y soy feliz en la diversidá, oiga!

    Los promiscuos gastronómicos tenemos más posibilidades de encontrar placeres que los que tenéis muy marcadas vuestras orientaciones sexuales, como los acidhólicos como tú… Deberías montar un grupo de terapi…[Leer más]

  • Jeje @Aitor te estaba esperando…

    Pues oye, te tendré que dar la razón en todo lo que dices (en este post al que te contesto) excepto en lo de la hombría, que también, pero en parte: a mi mujer por ejemplo, le gustan los vinos opulentos más que a mí. ¿Qué, cómo te has quedao? No pongas esa cara, que yo también me he asustao! jajaja