Volverán los tintos opulentos, volverán

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Este debate contiene 71 respuestas, tiene 11 mensajes y lo actualizó  Javier de Castro hace 5 años. This post has been viewed 3639 times

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  • #5798

    Aurelio G-M
    Jefe de claves

    Volverán los tintos opulentos 
    de tu balcón sus nidos a colgar, 
    y otra vez con el ala a tus cristales, 
    jugando, llamarán.

    Pero aquéllos que el vuelo refrenaban 
    tu hermosura y mi dicha a contemplar, 
    aquéllos que aprendieron nuestros nombres… 
    ésos …. ¡no volverán !

     

    Pues eso, que no los  mismos… pero volverán.

    Y yo los espero con ganas. Hay momentos pa tó. Uno de ellos, para tintazos opulentos.

     

     

  • #5828

    Gabriel Argumosa
    Participante

    Volverán o al menos  muchos los tomaremos, aun aceptando que las tendencias actuales son los vinos más sencillos e incluso hasta en los rosados.

    No puedo por  menos  que recordar  ciertas  garnachas, tintas de Toro o monastrel.

    No digo madereros, me refiero a vinos con cuerpo y muchos más…..

     

    Un saludo

    • #5863

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Sí, efectivamente ahora @gabriel la tendencia es otra, está casi mal visto pedir un tinto poderoso en ciertos ámbitos, y hay lugares y tiempos para todo. Yo tampoco digo madereros, pero sí con madera, que ahora también parece que está mal visto…

    • #5869

      Latrufa
      Participante

      Aun hay amigo Aurelio, y con bien de madera, también. Ya sabes que mis gustos, pero no desdeño otras cosas. Lo que si me repele más son los vinos estandarizados dominados por la intervención, que muchas veces eran de ese perfil muy extraído y que se note la madera.

      Pero insisto, irse, no se han ido.

    • #5903

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Jeje hombre si asoma por aquí el morrico otro destacado acidófilo como mi amigo @josemari!!!

      Sí, estoy de acuerdo en que la estandarización es un problema y a mí tampoco me gusta, pero de ahí a la demonización, estigmatización, acoso, derribo y extinción… jajaja

  • #5852

    Jose Ruiz
    Participante

    ¿Con mucha extracción y madera “pa burrir”? Todavía se ven. Si te refieres a esos espero no vuelvan. Si te refieres a los vinos mediterráneos, con potencia y sabrosura pero con cierta fineza, espero no se vayan nunca.

    • Esta respuesta fue modificada hace 5 años, 1 mes por  Jose Ruiz.

    Publico en www.vinowine.es

    • #5864

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Sí, volverán. Como dice Bécquer, esos no, no volverán, pero parecidos, algo menos histriónicos.

      Volverá la madera, no la maderaza, y volverá la extracción, no tanto sobre extracción. pero sí mucha extracción. Volverán los tintos poderosos.

      Volverán a nuestras mesas y a nuestras catas. Tienen, tendrán su lugar sin que los acidófilos (o acidhólicos) no nos miréis mal jajaja

    • #5915

      Jose Ruiz
      Participante

      Yo no miro mal a nadie… 😉

      Lo único es que ese tipo de vinos me saturan, con dos copas voy servido. Soy de los que les gusta disfrutar del vino también en cantidad 🙂 🙂 🙂

      Publico en www.vinowine.es

    • #5918

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Y cuantas copas eres capaz de tomarte del ácido corrosivo ese embotellado con el que me quisiste envenenar en Santiago?

      XXD

    • #5965

      Dani C.
      Jefe de claves

      Es que… ya estás rebajando el nivel, pajarraco.

      Los que desdeñamos los vinos opulentos nos referimos a los vinos con sobremaduración, sobreextracción, sobreexposición a la madera y sobre todo: imbebibles.

      Claro, ahora rebajas el tono y dices que no, que solo los vinos malos de esa tendencia.

      ¡Oígame! No me haga demagogia con el tema. 🙂

      Y como todos te dicen, ¿cuándo se han ido?

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #5971

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Vale @dani, admito que he hecho algo de demagogia para avivar el debate, pero a mí como también reconocía por otro lado, incluso esos vinos estereotipados que tanto denostáis, me ponen (de vez en cuando, insisto)

      😉

    • #5868

      Gabriel Argumosa
      Participante

      La madera en su justa medida.

      Saludos

    • #5904

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      En su justa medida, de acuerdo, pero a mí por ejemplo esos toffees y tal de vez en cuando me gustan y mucho 😉

  • #5871

    Javier
    Participante

    En mi caso concreto nunca se han ido. Es verdad que , muy posiblemente voy en contracorriente , pero los vinos potentes, poderosos son mis preferidos de largo. Aunque , en este punto y en otros muchos , no soy representativo de una tendencia en absoluto.

    • #5905

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Jeje @javier tú es que eres macho alfa XXXD

      A mí también me gustan y mucho, de vez en cuando son un placer voluptuoso. Y como le decía a @gabriel, esos toffees tan criticados y tal, a mí me ponen

    • #5966

      Dani C.
      Jefe de claves

      Hay gustos para todo, faltaría más.

      Mi argumento es siempre el mismo: mi cocina no casa bien con esos vinos. Fin de la disputa.

      Supongo que si viviera en Soria bebería más vinos de ese estilo, pero aquí, me cuesta.

      Además soy muy caluroso, de manera que solo bebo tintos de forma regular 3-4 meses al año, el resto huyo de ellos porque me saturan y necesito frescura.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

  • #5885

    Javier de Castro
    Participante

    En primer lugar debo decir que no es el estilo de los vino que me gusta. Ya hace muchos años que escribí sobre el tema y aunque no quisiera retomarlo en profundidad, sí querría mencionar algo. En primer lugar, cada día soy más ecléctico en mis gustos, por lo tanto, lo que valoro es la variedad en los estilos de la oferta. Por eso no estoy en contra de ese estilo de vino, en absoluto. Me parece muy bien que existan y que tengan su público. Siempre que coexistan con los que me gustan.

    El verdadero daño que hizo la tendencia a encumbrar aquel estilo de vinos de principios del siglo XXI (apuntada ya a finales del XX) fue la de arrasar con los vinos ligeros. Por culpa de unos intereses comerciales comprensibles pero bastardos y altamente dañinos, las bodegas, siguiendo a determinados prescriptores, se lanzaron a una tendencia única hacia lo que en su momento denominé “tintos modernos”, abandonando cualquier otra tendencia o estilo como si de una herejía se tratase. Esa moda fue dramática en determinadas zonas, por ejemplo, Rioja.  Apenas unas bodegas se mantuvieron fieles -de forma heroica, por cierto- a un estilo tradicional, clásico, que a mí me encantaba. Los tintos ligeros, prácticamente desaparecieron.

    Afortunadamente, la situación se ha reconducido, parcialmente. Tan severo fue el correctivo que hubo que recular y el poder de aquella tendencia a seguir a los prescriptores de forma mesiánica terminó (hasta cierto punto). Sin embargo, el daño en muchos caso es irreparable. No creo que volvamos a poder disfrutar de esos Riojas veteranos que tan bien soportaban la botella (probablemente por estar casi imbebibles recién embotellados). Así es que, dame un tinto opulento que te haya aguantado casi un siglo en botella, con toda la finura y elegancia que he encontrado en vinos de Rioja  elaborados a principios del siglo XX y probados al final del mismo. Entonces me convertiré a la fe de los prescriptores o más bien proscriptores desde mi punto de vista.

    Tengo en la cabeza aquel Marqués de Riscal de 1964 y no me lo quito de ella.

    Saludos,

    Javier

    • #5906

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Pues estoy de acuerdo prácticamente en todo lo que dices @javierdecastro, pero ¿no crees que la persecución que comentas de principios de siglo XXI de arrasar con los vinos ligeros, ahora casi entrando en los alegres años 20 se ha invertido y lo que parece que se quiere es arrasar con los opulentos? Han cambiado las tornas y los vencidos son ahora los vencedores, al menos en los ámbitos de los más supuestamente entendidos, que son los que van marcando los caminos de los consumidores.

      En cuanto lo del siglo en botella y tal te daré toda la razón, sólo faltaba, pero reconociendo rotundamente inferior mi criterio al tuyo en este tema, te diré que a mí eso me da un poco igual (aunque le doy su valor), yo disfruto lo que hay en la botella en el momento en que la descorcho, indistintamente de cuando se embotelló. Soy básico, efectivamente, lo reconozco jejeje, pero sincero 😉

       

    • #5913

      Javier de Castro
      Participante

      Pues no sé, es verdad que estas tendencias a menudo son pendulares y pasamos de un extremo al otro pero, en mi opinión, no creo que sea el caso. Yo creo que ese estilo de vinos  corpulentos tienen su público fiel y sus prescriptores fieros y, además, son vinos muy resultones. No los veo “en peligro de extinción”, la verdad. Creo que me costaría mucho menos encontrarte, en una tienda cualquiera, media docena de corpulentos que media docena de los ligeros.

      Respecto a las crianzas largas, tu opinión es tan buena o mejor (probablemente esto último porque cada vez soy más raro) que la mía. Además entiendo tu punto de vista: “Deme un buen vino y no un manual de instrucciones para una guarda interminable, etc.”. De acuerdo. Pero esas crianzas largas en botella, con buenos vinos que las soportan, consiguen elegancias y complejidades infinitas con pasos por boca sedosos pero vivos. Es otra historia, ni mejor ni peor, eso va en gustos, pero diferente.

      Saludos,

      Javier

    • #5919

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Jejeje, lo segundo, totalmente de acuerdo (y seguro que tú, @javierdecastro los disfrutas más que nadie), de lo primero… no sé yo qué decirte, ahora en las tiendas de vino hoy por hoy (no en los lineales de las grandes superficies)

      Abrazos

    • #5968

      Dani C.
      Jefe de claves

      ¿Tú crees que los vinos clásicos, más ligeros, más finos y menos golosos han desplazado alguna vez a los vinos “Parker”? Ni en mi entorno ni mis lugares de compra.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #5972

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      @dani, lo creo, en tu entorno sobre todo además.

      Por otro lado, no tienes más que leer lo que en este mismo foro nos está contando un elaborador de cómo se adaptan a las tendencias (que no es ya la parkerizada de hace 10-15 años sino la contraria)

    • #5995

      Dani C.
      Jefe de claves

      En mi entorno la gente que bebía vinos golosos, carnosos y madereros, jamás dejó de beberlos, como tú mismo.

      Y desde luego, no leo lo mismo que tú en las palabras de @edyfelson. Lo que veo es que se pasó la moda de hacer TODOS vinos de untar en pan.

      Pero aquí ya cada uno va a entender lo que quiere entender. Este es de esos temas que, viviendo en el mismo mundo, cada uno ve una cosa distinta.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6019

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Perdona @dani pero dices que yo mismo nunca he dejado de beber vinos opulentos. Bien, cierto, no he dejado de beberlos pero…  ni una décima parte. Incluso menos. Bastante menos.

      Sencillamente porque:

      – yo también he evolucionado en la línea hablada y sin renegar de mis gustos de antaño he ampliado horizontes (antes me repelían los vinos muy ligeros y ácidos, y ahora no, me gustan y mucho, ese es otro cantar, en este hilo no ataco la nueva tendencia, sino que defiendo la de los opulentos sin juzgar la nueva)

      – los encuentro en menos lugares

      – mis compañeros de mesa, mi entorno, no los quieren pedir (en el caso de que exista la opción).

      Así que según lo que yo observo en mí mismo, en mi casa, y en mi entorno, se ha reducido de una manera drástica el consumo de este tipo de vinos.

      Por otro lado, el elaborador nos dice, como mínimo, y aquí no caben interpretaciones me temo, que también ha reducido el porcentaje de vinos de este tipo que hace sobre el total de su producción.

      🙂

      Slds

    • #6034

      Dani C.
      Jefe de claves

      Claro que bebes menos, porque se hacen menos, pero si en eso estamos de acuerdo. Claro que la moda pasó, claro que ya no TODO el mundo hace estos vinos, pero estos vinos nunca se fueron, y los originales estaban, están y espero que estén, porque en la variedad está el gusto y tiene que haber mercado para todo.

      Y efectivamente, la interpretación es a priori  no a posteriori. En Málaga, en Alicante, en Jumilla no van a dejar de hacer lo que estaban haciendo, vinos opulentos y con mucho grado que es lo que les da su clima (no me vengáis con excepciones que desde luego las hay). No deberían hacer otra cosa que lo que les da su uva, su clima, su tradición y, por supuesto, lo que las nuevas técnicas les permitan hacer. En Rioja, donde encontrarás un porrón de vinos parkerizados, pero un porrón, se ha reducido mucho esta nueva tendencia, porque el mercado cambia, porque Parker ya no cata en España (si alguna vez cató realmente, porque tuvo sus especialistas) y porque el sentido común vuelve, y andar haciendo en bodega las mil perrerías es costoso en tiempo, dinero y esfuerzo.

      La cuestión no es qué ha cambiado hoy el elaborador, sino qué hacía antes de que la moda de los vinos opulentos (no me acaba de gustar el eufemismo, pero la palabra que yo uso es muy despectiva y no quiero usarla) lo llevase a esa marea negra en la que se enroló.

      Espero haberme expresado con claridad.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6037

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Con claridad meridiana @dani!

      Por cierto, no googlees, ¿a que  o sabes de dónde viene esa frase? 😉

    • #6040

      Dani C.
      Jefe de claves

      ¿Qué frase? ¿Vino opulento?

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6043

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      No! “Claridad meridiana”. Tenía que haber dicho expresión en lugar de frase, disculpa

    • #6044

      Dani C.
      Jefe de claves

      Ilústrame

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6048

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      “Meridiana” como relativo a la franja horaria del mediodía, cuando más luz hay, cuando mejor se ve por tanto, cuando la claridad es mayor… Claridad meridiana.

      😉

      Mola?

    • #6064

      Dani C.
      Jefe de claves

      Pues había pensado algo parecido, pero muy diferente: Meridiana como centralizada, como “norma” o centro.

       

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #5967

      Dani C.
      Jefe de claves

      El verdadero daño que hizo la tendencia a encumbrar aquel estilo de vinos de principios del siglo XXI (apuntada ya a finales del XX) fue la de arrasar con los vinos ligeros. Por culpa de unos intereses comerciales comprensibles pero bastardos y altamente dañinos, las bodegas, siguiendo a determinados prescriptores, se lanzaron a una tendencia única hacia lo que en su momento denominé “tintos modernos”, abandonando cualquier otra tendencia o estilo como si de una herejía se tratase. Esa moda fue dramática en determinadas zonas, por ejemplo, Rioja.  Apenas unas bodegas se mantuvieron fieles -de forma heroica, por cierto- a un estilo tradicional, clásico, que a mí me encantaba. Los tintos ligeros, prácticamente desaparecieron.

      He aquí el quid de la cuestión. No tengo nada más que añadir. Sin embargo, mientras veíamos desaparecer “los clásicos”, nunca se fueron los vinos opulentos.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6091

      Javier de Castro
      Participante

      He aquí el quid de la cuestión. No tengo nada más que añadir. Sin embargo, mientras veíamos desaparecer “los clásicos”, nunca se fueron los vinos opulentos. Saludos Dani

      Eso es, esa fue la triste situación. Y, repito, no tengo nada contra los modernos… mientras no me toque a los clásicos.

      Saludos,

      Javier

  • #5924

    Eduardo
    Participante

    Aunque como dicen los compañeros,todavía hay, pero no están de moda.

    Se buscan vinos más ligeros. Bien sea por moda, por ciclos o por ventas. Yo creo que la moda de los vinos más ligeros va unida a la búsqueda de un mercado al que no le engancha el vino. Me refiero a esa franja entre 20 y 30 años que las bodegas queremos llenar con algún producto que le encaje.

    Todo vuelve, como los pantalones de campana, pero van a tardar en hacerse populares.

    Saludos

     

    • Esta respuesta fue modificada hace 5 años, 1 mes por  Eduardo.
    • #5939

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Hola @edyfelson un placer y un lujo contar en este foro con el punto de vista del bodeguero.

      Me aprovecho de ello para preguntarte si, deduciendo por lo que comentas que has adaptado tus elaboraciones a las nuevas corrientes “aligerando”… ¿te ves de nuevo elaborando ese vinazo que un día tuve el gusto de beber llamado Mi Colección MMV?

  • #5942

    WineMinister
    Participante

    No creo que los vinos opulentos se hayan ido, como tampoco creo que vinieron… Lo primero y veo que también  lo dice algún compañero es que entiendes por vino opulento. Los gustos de cada uno están ahí. Creo que la trayectoria de muchas personas que se acercan al vino empieza por vinos opulentos en mayor o menor grado, por ser más fáciles de identificar o encontrarse con ellos, luego al ir probando vinos se tiende a suavizar las tendencias, es difícil encontrar personas amantes del vino ligero o suave o refinado y que con el tiempo hayan pasado a ser seguidores del vino opulento. La mayoría de los que andamos por estos mundos, nos gustan todos los registros de diferentes tipologías de vinos,  delicados pinot noirs, garnachas del Ródano, pero también garnachas de Borja contundentes, monastreles semejantes o Toros y cada uno acompaña un momento o una comida. Lo que me preocupa a colación de este tema es el de hacer vinos por imitación, es decir, ahora pasa al revés, ahora resulta que hay que hacer garnachas en nuestra tierra que se parezcan a las del Ródano, pues no estoy de acuerdo, una cosa es que una bodega o un viticultor o un vino de una bodega un vino parcelario tire para esa tendencia pero no puede ser que ahora todo tenga que ser Chateauneuf du Pape porque España no es CdP, ni Aragón, ni Borja es CdP, cuando quiero un CdP me lo compro y me lo bebo pero de que me vale que en mi tierra se quiera imitar al terruño de un sitio lejano, yo quiero en mi tierra vino del terruño de aquí, al final, el Somontano será CdP, Borja será CdP, Gredos será CdP y todo el vino del mundo será igual. Y claro, luego pasan los años y la gente vuelve y valora sus orígenes, lo que no ha cambiado, Xerez siempre será Xerez aunque haya nuevos, Oporto será Oporto, ahora se dan cuenta en Rueda de que tenían un valor irrepetible con sus antiguos verdejos que dejaron de hacer sistema de solera por vender lo que estaba de moda pero resulta que admiramos a aquellas zonas del mundo cuyos vinos se han hecho como siempre se hacían en esa zona, eso si beneficiándose de las innovaciones de los conocimientos, los vinos del Loira, Jura, vinos italianos clásicos, Champagne. Igualmente en ese sistema de autenticidad/valor las zonas que siempre han hecho vinos de corte opulento (entendiendo por opulento no vinos maderizados ni extraidos, sino contundentes en fruta, musculosos, intensos, con cuerpo) si quieren ser únicos y no perderse entre cientos de vinos y tener la idiosincrasia de su zona tendrán que respetar su propio ser, su propia identidad, insisto que me refiero a esto como bloque identificativo del vino de una zona, lo que no quita que en una zona como por ejemplo Borja salga un vino, o una bodega que haga algo diferente, bienvenido, pero no representará al vino, al terruño de esa zona y esto ocurre también en Alemania, Jura, etc. Los vinos maderizados, almendras garrapiñadas auténticas nos saturaron a todos pero no todo lo opulento es así.

    • #5947

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Hombre Pablo, que gusto y qué honor contar con tus opiniones en nuestra web!

      Has ido directito al meollo del asunto, y además donde más me duele, tu ejemplo no puede ser mejor: ahora muchos de los elaboradores de garnacha quieren hacer chateauneuf du papes. Y desde luego, en Campo de Borja… como que no.

      Y efectivamente antes todo el mundo quería hacer vinos concentrados, sobre extraídos, sobre madurados, maderizados a tope con barricas de tostado alto… Pues eso, que ni una cosa ni la otra. Pero que tiene que haber de todo, incluidos los vinos vinos concentrados, sobre extraídos, sobre madurados, maderizados a tope.

      Y que, a mí personalmente, de vez en cuando incluso me gusta mucho y disfruto como un bellaco con un vinos vinos concentrados, sobre extraídos, sobre madurados, maderizados a tope con barricas muy tostadas. Vamos, con un Atteca Armas “de los de antes”. Ahora están estigmatizados y parece que a los que nos guste eso somos unos brozas, unos zafios, unos indocumentados… Y a mí me gustan, esos, y los contrarios, me gusta el vino, todos los vinos tienen su momento.

      Un abrazote

    • #5950

      Eduardo
      Participante

      Hola, Aurelio,

      Efectivamente, se adapta la elaboración. Es decir, aunque el momento de vendimiar sea el mismo, en eso no he cambiado, se hace menos extracción. Busco más frescura para los vinos jóvenes, son mis clientes los que me lo han pedido. Eso sí, para envejecer en barrica, damos más estructura.  Seguimos trabajando con barrica nueva o seminueva, pero hemos cambiado a 500 litros, por lo que el aporte de madera es menor. Más elegante, menos…. zasca!

      No nos engañemos, la uva sigue teniendo las mismas características, eso es inevitable. No puedo hacer garnachas con menos de 14 grados. No están maduras.

      Algo que puede ayudar a que vuelvan, es la venta del rosado.  Esos vinos se hacían concentrando, es decir, metes la uva, sangras un x% y haces rosado con lo sangrado ¿Qué ocurre? Que hasta ahora el rosado ha sido el patito feo de las ventas. Si ahora comienza a venderse bien, igual hay que volver a sangrar.

      Así es que, Aurelio, ya sabes, quieres vinos opulentos…. Bebe rosado, insensato!

    • #5973

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Gracias por tu pedagógica explicación @edyfelson! Me imaginaba casi todo lo que has contado, pero una cosa es imaginarlo y otra que te lo cuente un elaborador en primera persona. Muy iloustrativo!

      Oye Eduardo, y notas esa demanda mayor de los rosados en mercado nacional, en export o en los dos?

       

    • #5969

      Dani C.
      Jefe de claves

      He tenido que borrar un mensaje en el que hacía la misa reflexión que has hecho:

      Los gustos de cada uno están ahí. Creo que la trayectoria de muchas personas que se acercan al vino empieza por vinos opulentos en mayor o menor grado, por ser más fáciles de identificar o encontrarse con ellos, luego al ir probando vinos se tiende a suavizar las tendencias, es difícil encontrar personas amantes del vino ligero o suave o refinado y que con el tiempo hayan pasado a ser seguidores del vino opulento.

      Esto no quiere decir que cuanto más bebes menos te gustan, sino que no necesitas de todo ese punch para poder disfrutar de un vino. Pasa en otros campos, el conocer más te ayuda a apreciar las sutilezas que antes no entendías, sin dejar de lado lo que te gustó en un primer momento, ojo.

      Y de nuevo te doy la razón. Toro jamás abandonó ese poderío que siempre fue su seña de identidad y, me gusten o no, creo que es por donde deberían continuar. Pero también otras DDOO menos ponderadas pero con un estilo bien definido, como podría ser Jumilla, con vinos recios y de los que se disfruta su rusticidad, según el momento. El problema es la clonación, el hacer vinos de un estilo determinado porque es lo que vende, acabando con todo el abanico de posibilidades que tenemos.

      Y ojo, si se puede replicar es por algo… Ya me gustaría que se clonaran los rieslings alemanes, los champagnes, los riojanos clásicos o los jereces. El porqué está muy claro, el terroir, el clima y la tradición son difícilmente exportables.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #5977

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Vale, ok a todo @dani excepto a lo de clonar. Yo no clonaría nada, cada cosa en su sitio. Porque además… en el lugar que clones, lo desnaturalizas y desposees de su personalidad original.

      Diversidá, diversidá!!! Viva la autenticidá!!!

    • #5996

      Dani C.
      Jefe de claves

      No me expresado nada bien, a la vista de comentario.

      Si lees lo que comentaba @edyfelson verás como dice que la uva es la uva, el clima es el clima y eso nadie lo va a cambiar. Nadie hará champagne fuera de Champagne, porque no pueden.

      Peeeeero, sí puedo hacer en casi cualquier rincón del mundo un vino con sobremaduración, sobreextración y todos los excesos que se te puedan ocurrir.

      Mi mensaje no es quiero que se clone el vino, pido perdón por mi mala redacción, mi mensaje es que solo se pueden clonar determinados estilos que imponen las modas: rosados ligeros, tintos opulentos, blancos con crianza sobre lías muy carnosos o ligeritos y con todas las frutas tropicales del mundo que te venden en sobres de levaduras.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

    • #6020

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Aclarado @dani, y no puedo estar más de acuerdo con lo que expones

  • #5951

    Aitor
    Participante

    Yo creo que ya está todo dicho sobre el particular. Cada uno con sus gustos. Lo primero que he de decir que a mí los vinos superpotentes no me suelen gustar, sobre todo si esa potencia se va por lo goloso.

    Dicha la generalización, lo que es importante (como han apuntando algunos compañeros) es que el vino debe ser reflejo de lo que hay: clima, tierra, uvas, etc. No tiene sentido pretender hacer vinos sobrextraídos en Bierzo, en Galicia, en Rioja o en Borgoña. Como tampoco tiene sentido lo contrario (aunque es más complicado), pretender hacer poulsard del Jura en Jumilla o Alicante.

    A pesar de que no me suelen gustar los vinos muy potentes, alcohólicos y con materia, los vinos de zonas cálidas deben ser distintos por fuerza a los de zonas más frescas, pero lo que nunca he entendido es el exceso de madera, de extracción, de hacer mermelada. En los 90 y 00 se decía aquello de que el vino tiene que saber a fruta. No, perdón, el vino ha de saber a vino. Es el zumo lo que ha de saber a fruta.

    El vino tiene que ser lo más honesto posible, pero sin caer en la banalización ni el snobismo.

    Por otra parte no creo que eso del vino más fresco tenga como objetivo atraer a los jóvenes. Pero sí es posible que los tiempos cambien y que los vinos muy machos ya no tengan lugar, igual que no tienen lugar o cada vez menos los coches muy potentes y muy grandes o cualquier otra ostentación de derroche. Me gustaría pensar que se han acabado aquellos años en los que se demostraba poder adquisitivo y hombría  poniendo sobre la mesa tintos muy opulentos. En un alarde de a ver quien la tenía más grande.

    Y por último (aunque estos son gustos personales) creo que el vino es algo para comer, tremendo lugar común que todos soltamos pero que no siempre se aplica y por tanto considero que vinos más frescos, que no necesariamente ligeros, combinan mejor con casi todas las comidas que en el día a día solemos hacer. No todos los días como estofado de jabalí o alguna otro plato que amerite juntar con vinos de aquellos.

     

    • #5974

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Jeje @aitor te estaba esperando…

      Pues oye, te tendré que dar la razón en todo lo que dices (en este post al que te contesto) excepto en lo de la hombría, que también, pero en parte: a mi mujer por ejemplo, le gustan los vinos opulentos más que a mí. ¿Qué, cómo te has quedao? No pongas esa cara, que yo también me he asustao! jajaja

  • #5952

    Aitor
    Participante

    Por otra parte, me hace gracia la moda de los vinos ligeros en contraposición a la tradición de los vinos potentes. ¿No fue sino otra moda esos vinos de los 90 y 00 con 15 grados, madera como para hacer un barco  y negros como el alma de un banquero? ¿O es que nadie se acuerda de los Burdeos y Riojas de antes de los 70 con 12 y 12,5 grados?

    • #5975

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Bueno, todo depende de cuando cortas el momento de la historia, si te echas más p’atrás en Cariñena por ejemplo…

      Unos que vienen otros que se van, unos que nacen otros morirán, unos que ríen otros llorarán… XXD

    • #5997

      Dani C.
      Jefe de claves

      ¡Coooooooorrecto! ¡Que Parker nunca hizo vino! Solo dijo que le gustaba un estilo de vino que ya existía y todos se lanzaron a hacer lo mismo.

       

      La vida es tan aburrida sin picante.

  • #5953

    Aitor
    Participante

    Y si vuelven, pues habrá que hacer lo que antaño hicimos o lo que hacen ahora los jóvenes españoles: emigrar.

    Afortunadamente hay vino para todos (y los acidófilos seguiremos mirándoos por encima del hombro cuando os veamos comer ensaladilla rusa o sushi con Ribera del Duero).  🙂 🙂 🙂

    • #5976

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Jajaja, que no hace falta que emigres @aitor, que yo quiero que vuelvan y convivan, que le pego a todo y soy feliz en la diversidá, oiga!

      Los promiscuos gastronómicos tenemos más posibilidades de encontrar placeres que los que tenéis muy marcadas vuestras orientaciones sexuales, como los acidhólicos como tú… Deberías montar un grupo de terapia de grupo, valga la redundancia, en el que estuvierais tú, @dani, @joseruiz, @josemari… XXXD

      Hay que ser bisexuales como los Rolling!!!

      😉

    • #5985

      Aitor
      Participante

      Yo hablo de vinos finos de calidad. Con todos mis respetos Cariñena no entraba en esos estándares en el siglo XIX.

    • #5986

      Aitor
      Participante

      Qué convivan todos, por supuesto! Es lo que he dicho antes, en otro mensaje. Afortunadamente hay vinos para todos. Pero hubo un tiempo, no muy lejano, en que casi todos los tintos tenían que tener 100% madera nueva, tostado superplus y 60 días de extracción. Igual que todos los blancos tenían que ser FB y tener lías a tutiplén.

      El problema es que en este país del que usted me habla, cogemos una linde y la seguimos allende los mares, aunque la linde haya terminado tiempo ha. Pasó con los merlots y los cabernet plantados por toda la geografía (conveniera climáticamente o no), pasó con vinos dizque parkerizados y ahora pasará con los vinos naturales y los vinos “atlánticos”.

      Es lo malo de seguir las modas y no inventarlas, que vamos siempre  a rebufo y las seguimos hasta más allá del decoro.

    • #6137

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      @aitor ahí, ahí, ahí l’as dao, ladrón!

      Suscribo todo tu comentario, pero cogiéndolo todo toíto, sobre todo por el final de tu segundo párrafo en el que llego incluso a atisbar una sutil traza de autocrítica…

      😉

    • #6156

      Aitor
      Participante

      El que no sabe reírse de si mismo no tiene derecho a reírse de los demás.

    • #6160

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Plas plas plas

      Chapeau

    • #5987

      Aitor
      Participante

      Jeje @aitor te estaba esperando… Pues oye, te tendré que dar la razón en todo lo que dices (en este post al que te contesto) excepto en lo de la hombría, que también, pero en parte: a mi mujer por ejemplo, le gustan los vinos opulentos más que a mí. ¿Qué, cómo te has quedao? No pongas esa cara, que yo también me he asustao! jajaja

      Me estabas esperando… Pues Ja sóc aquí… 🙂

      Me he debido explicar mal. Jamás diré que haya vinos para hombres o mujeres. Eso es una falacia. Lo que quería decir es que algunos parecían demostrar su virilidad bebiendo vinos petroleados y denostando tintos ligeros, blancos y rosados, como más propios de damiselas que de hombres que se visten por los pies. La España de la caverna, puro, brummel y gomina… no sigo.

    • #6022

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Entendido y de acuerdo con esto!

    • #6021

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      En la próxima quedada navideña que sepas, @aitor, que el musculoso grupo “Nietos de los vinicultores de Cariñena” te va a hacer un escrache a la salida del restaurante (y yo me uniré a ellos)

      XXXD

  • #5954

    Javier de Castro
    Participante

    Creo que la trayectoria de muchas personas que se acercan al vino empieza por vinos opulentos en mayor o menor grado, por ser más fáciles de identificar o encontrarse con ellos, luego al ir probando vinos se tiende a suavizar las tendencias, es difícil encontrar personas amantes del vino ligero o suave o refinado y que con el tiempo hayan pasado a ser seguidores del vino opulento….. Los vinos maderizados, almendras garrapiñadas auténticas nos saturaron a todos pero no todo lo opulento es así.

    Pienso que es la evolución natural (aunque evidentemente están los matices y los gustos personales). Los tintos corpulentos son la curiosidad cuando se empieza (recuerdo la primera añada de Santa Rosa que nos trajo Julián Mendoza para probar antes de que saliera al mercado, un estilo novedoso en España donde los taninos dulces eran muy raros). A menudo están pensados para llamar, para deslumbrar en la cata. Con el tiempo se va descubriendo la diversidad de los blancos y valorando otro estilo de tintos, los más sutiles. Cuando se prueban diferentes rosados se comprende su versatilidad. Y se termina suspirando por los grandes espumosos y las joyas de Jerez.

    Saludos,

    Javier

  • #5957

    Javier de Castro
    Participante

    … ahora se dan cuenta en Rueda de que tenían un valor irrepetible con sus antiguos verdejos que dejaron de hacer sistema de solera por vender lo que estaba de moda pero resulta que admiramos a aquellas zonas del mundo cuyos vinos se han hecho como siempre se hacían en esa zona, eso si beneficiándose de las innovaciones de los conocimientos, los vinos del Loira, Jura, vinos italianos clásicos, Champagne. Igualmente en ese sistema de autenticidad/valor las zonas que siempre han hecho vinos de corte opulento

    En Rueda se ha perpetrado una auténtica “desnaturalización” -había pensado en una palabra más fuerte- comercial muy triste, aunque poco a poco voy encontrando bodegas que intentan recuperar el estilo original más allá de las levaduras “resultonas” y la “cocina” comercial. Y es que estoy completamente de acuerdo en que la clave está en la fidelidad a la tierra. Y sí, un Bandol, un vino de Sicilia o un Campo de Borja tienen que ser robustos, pero en otras zonas no. En este caso suele ser una elección, marcada por la tendencia, que lleva a la sobremaduración, el exceso de extracción y de madera. Al menos para mi gusto.

    Saludos,

    Javier

  • #5958

    Javier de Castro
    Participante

    Así es que, Aurelio, ya sabes, quieres vinos opulentos…. Bebe rosado, insensato!

    Jajaja, pues en los rosados también hay una buena variedad desde los que pueden hacer el papel de un tinto joven hasta los que se parecen más a un blanco, si bien la tendencia, últimamente, es a imitar el estilo de los rosados provenzales más ligeros y florales… Malditas modas; siempre nos quedarán los rosados de Tondonia (aunque también me han dado algún susto recientemente).

    Saludos,

    Javier

  • #5959

    Javier de Castro
    Participante

    (y los acidófilos seguiremos mirándoos por encima del hombro cuando os veamos comer ensaladilla rusa o sushi con Ribera del Duero). 🙂 🙂 🙂

    Jajaja, ¡Muy bueno! O ese jamón ibérico con un Riberita…

    Saludos,

    Javier

  • #5988

    Aitor
    Participante

    … ahora se dan cuenta en Rueda de que tenían un valor irrepetible con sus antiguos verdejos que dejaron de hacer sistema de solera por vender lo que estaba de moda pero resulta que admiramos a aquellas zonas del mundo cuyos vinos se han hecho como siempre se hacían en esa zona, eso si beneficiándose de las innovaciones de los conocimientos, los vinos del Loira, Jura, vinos italianos clásicos, Champagne. Igualmente en ese sistema de autenticidad/valor las zonas que siempre han hecho vinos de corte opulento

    En Rueda se ha perpetrado una auténtica “desnaturalización” -había pensado en una palabra más fuerte- comercial muy triste, aunque poco a poco voy encontrando bodegas que intentan recuperar el estilo original más allá de las levaduras “resultonas” y la “cocina” comercial. Y es que estoy completamente de acuerdo en que la clave está en la fidelidad a la tierra. Y sí, un Bandol, un vino de Sicilia o un Campo de Borja tienen que ser robustos, pero en otras zonas no. En este caso suele ser una elección, marcada por la tendencia, que lleva a la sobremaduración, el exceso de extracción y de madera. Al menos para mi gusto.

     

    Genial ese Santa Rosa. Ejemplo clarividente y paradigmático de esos vinos mediterráneos (pese a sus uvas foráneas) que tienen corpulencia pero también clase y envejecen bien. A mí esos vinos no me sobran, en absoluto. Lo que me sobra es el “tuneado” para lograr conseguir lo que no sé es o exagerando hasta la caricatura.

    • #6000

      Dani C.
      Jefe de claves

      Estamos de acuerdo. Yo creo que al final los que somos del bando del vino “clásico”, y entrecomillo porque hace muuuuuuuuucho tiempo que conviven ambos estilos de vinos, y también matizando que clásico no acaba en Rioja ni mucho menos, sabemos de lo que estamos hablando.

      Saludos

      Dani

      La vida es tan aburrida sin picante.

  • #5999

    CHINI
    Participante

    No nos olvidemos que las modas las crea siempre alguien, y luego los demás la siguen………..Y puestos a poner nombres en esto tiene mucha culpa el Sr. Parker, recuerdo cuando enchufaba unas notas altas a los CLIO , EL NIDO, ALTO MONCAYO y tantos otros vinos de los que bien podríamos encasillar en lo que ahora estamos llamando aquí “opulentos”.

    En cualquier caso no podemos mezclar vinos con registros potentes, con vinos que en vez de uva parece que lleven un tablón de encofrar dentro.

    Aunque para gustos………los vinos !!!!!!!!!!!!!!

    • #6023

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      Aúpa @chini! Para gustos, los vinos, sí señor!

      En eso creo que hay consenso total en este hilo defiendas lo que defiendas

  • #6092

    Javier de Castro
    Participante

    Y por último (aunque estos son gustos personales) creo que el vino es algo para comer, tremendo lugar común que todos soltamos pero que no siempre se aplica y por tanto considero que vinos más frescos, que no necesariamente ligeros, combinan mejor con casi todas las comidas que en el día a día solemos hacer. No todos los días como estofado de jabalí o alguna otro plato que amerite juntar con vinos de aquellos.

    Estoy de acuerdo en todo, pero esta última afirmación me lleva, además,  a reflexionar  sobre la ventaja que supone la versatilidad gastronómica de los ligeros frente a los corpulentos: no encuentro con qué acompañar a estos últimos.

    He de decir que me gusta comer comida y beber vino. El problema con los corpulentos es que, a menudo, se pelean con el alimento en vez de acompañarlo o complementarlo limpiando la boca. Es que hasta los estofados más contundentes, como a menudo suelen ser pesados, grasos o densos, me exigen frescura, acidez o sapidez en boca. Algo de lo que carecen los corpulentos.

    En estos platos difíciles, en los que blancos y tintos, ligeros y corpulentos, suelen fracasar, casi siempre Jerez viene al rescate.

    Saludos,

    Javier

    • #6208

      Aurelio G-M
      Jefe de claves

      @javierdecastro yo todas las noches de entre semana acompaño la cena con una copa colmada de tinto, alguna de las veces opulento… y cada vez me preocupa menos el maridaje (tanto en casa como fuera, pero en casa es que no me preocupa nada de nada), siendo perfectamente capaz de disfrutar una cena ligera con un vino opulento, es un placer para mi disfrutarlos casi por separado, le da un puntillo muy interesante a la cena de diario, y me chifla acabar la cena y poder seguir deleitándome con el culillo que me queda del vino opulento a modo de postre…

    • #6287

      Javier de Castro
      Participante

      Pues a mí me pasa lo contrario, me gusta mucho la armonía, pero te reconozco que es un gusto disfrutar de un vino de este estilo después de comer, a modo de sobremesa o incluso a media tarde.

      Puede que prefiera un vino tranquilo de este tipo a un dulce, encabezado e incluso a un destilado. Depende del momento.

      Saludos,

      Javier

  • #6127

    Aitor
    Participante

    Y por último (aunque estos son gustos personales) creo que el vino es algo para comer, tremendo lugar común que todos soltamos pero que no siempre se aplica y por tanto considero que vinos más frescos, que no necesariamente ligeros, combinan mejor con casi todas las comidas que en el día a día solemos hacer. No todos los días como estofado de jabalí o alguna otro plato que amerite juntar con vinos de aquellos.

    Estoy de acuerdo en todo, pero esta última afirmación me lleva, además, a reflexionar sobre la ventaja que supone la versatilidad gastronómica de los ligeros frente a los corpulentos: no encuentro con qué acompañar a estos últimos. He de decir que me gusta comer comida y beber vino. El problema con los corpulentos es que, a menudo, se pelean con el alimento en vez de acompañarlo o complementarlo limpiando la boca. Es que hasta los estofados más contundentes, como a menudo suelen ser pesados, grasos o densos, me exigen frescura, acidez o sapidez en boca. Algo de lo que carecen los corpulentos. En estos platos difíciles, en los que blancos y tintos, ligeros y corpulentos, suelen fracasar, casi siempre Jerez viene al rescate.

     

    Sí, así es. Por eso el mercado anglosajón, especialmente estadounidense los potenciaba. Son vinos que para catarlo o beberse una copa en solitario, impresionan mucho. Las series y películas norteamericanas son eso, ficción, pero no dejan de reflejar un poco los usos y costumbres locales. Y allí es más normal volver del trabajo y servirse una copa de vino, y así, a palo seco quizás apetezcan más vinos opulentos. Para comer, mejor los otros.

    • #6148

      Javier de Castro
      Participante

      Eso es, son vinos para la cata o, como he oído alguna vez, para reflexionar (qué sandez, hablando de  vino) o para tomar leyendo un libro junto a la chimenea (aunque para esa ocasión prefiero un Armagnac), pero difícilmente para comer.

      Saludos,

      Javier

  • #6172

    Javier de Castro
    Participante

    Es lo malo de seguir las modas y no inventarlas, que vamos siempre a rebufo y las seguimos hasta más allá del decoro.

    ¡Qué gran verdad! Un auténtico problema del que habría que analizar la causa, ¿quizá los consumidores son más maleables, permeables a la influencia?

    Saludos,

    Javier

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