Lakasa



Ubicación: Plaza del Descubridor Diego de Ordás, 1
       Madrid (Madrid)
       España
Código Postal: 28003
Teléfono: 915338715
Horario: De martes a sábado, de 12:00 h. a 23.30 h
Menciones:
Tipo de cocina:
Te puede interesar:
Web: http://lakasa.es/
Precio estimado: -5.080,00€

Valoración media :  
5 stars   1
4 stars   2
3 stars   0
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1 stars   0
4 estrellas de 3 Valoraciones
Cocina 4 4
Servicio 5 5
Local 5 5
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 4 4
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9 comentarios sobre “Lakasa

  • el 10 febrero, 2021 a las 11:07
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    Segunda visita a esta kasa, nada nuevo que decir, se come y se bebe de maravilla, la cocina es de temporada, de producto de primera y de gran cariño a la hora de la elaboración. Sin duda un referente del buen comer en la capital.

    Nos obsequiaron con un aperitivo, del que no me acuerdo, de día fue intenso, veníamos de Diverxo y por eso la opción de medias raciones ganó.

    – Media de cecina, me gusta mucho, 14€.
    – Media de carpaccio de lamprea, en esta elaboración me atrevo con este bicho, sabroso, 13€.
    – Media de los famosos buñuelos, riquísimos, 7€.
    – No podía faltar otra media de tartar de lubina, 15€, imprescindible, si te gusta la elaboración.
    – Dos erizos al natural, con puerro pochado y bearnesa, impresionantes, los habíamos reservado hora antes, tomando un vino, sino ni catarlos ….
    – Una ración de guisantes frescos del Maresme, tendones de ternera, caldo de patata y jugo de la carne 28,8€, estas cosas tan ricas hay que pedirlas cuando tienes ocasión y es temporada.
    – Un par de postres, la tarta de queso azul de origen francés, que me encanto la primera vez, 8,7€ y media de mousse de chocolate, 5,5€. también ejecutada con maestría.

    Para beber un blanco tinerfeño, Los Loros, rico, 29€, un cortado, 2,4€ y un bombón 3,5€, un total de 153,10€ sumando los dos. Por barba de cubierto y pan, 76€. Bueno el producto y la elaboración son de primera, verdad es que veníamos fogueados y tampoco pedimos tanto, pero la calidad hay que pagarla, muy recomendable por cocina, servicio y producto.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 5 5
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 4 4

  • el 17 noviembre, 2019 a las 09:37
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    … es un lugar en el que quedarse. Sin más-más, ni más-menos. Y mira chico, que yo no sé si debieran tener más palmadas en la espalda, lo que es cierto es que esta gente llena cada día, porque cocinan del copón de la baraja.

    Y que igual eso de que ahora cierren los findes es incómodo para muchos, pero que una medida tan buena para los que allí trabajan merece aprecio; ¡que no todo es comer oño! (también es beber :-p )
    Cocinan. Cocinan mucho. Cocinan mucho y bien. Temporada. Mercado. Temporada y mercado. ¿Qué más? Disfrute. Se bebe muy bien aquí.

    Hoy la cosa va de mejillones de bocado (bouchot para los fudis) en salsa café de París. Media ración que es bien generosa y esa salsa está como para ducharse con ella. Y mojetear, claro, porque aquí se mojetea bien mojeteado.

    En esta ocasión, y por otro lado, vine porque quería probar un plato muy concreto: Corvina pibil. He tardado en venir: Platazo. (También en formato media).

    Por último una liebre a la royale como para comerte 10 platos seguidos en apnea.

    La cosa fuese con una copa de “Sólo palomino” ’16 (4,5 EUR); vino de Lebrija bien rico. Y con otra de El Corralón ’18 (4,6 EUR). No tenía ubicado este vino de Jiménez Landi y bien rico también.

    Y que uno es muy de quesos en el postre: Pues media de quesos ricos, a saber: Laguilole de Ferme, Moelleux du Revard, Livarot y Roquefort (tirando pa’Aveyron a mano izquierda)

    Pan: De Obrador San Francisco. Cada día mejor lo están haciendo estas amables gentes. Panazos.

    Y todo este asunto fue de unos felicíiiiiiiiiiiiiisimos 63,7 EUR

    Bola extra:
    That’s life. Antes de que se fuera la temporada quería probar la grouse y allá que me fuí un par de semanas después de lo anterior. Sólo para probarla. Cuestión de merendar algo tras un paseíto vespertino. Otro pedazo de plato de sabor intenso y puntos precisos y que fuese con una copa de Algueira (4,5 EUR) y con una salsa para mojetear mucho y bien. Feliz merienda por algo así como 30 EUR.

    Valoración media 5 5
    Cocina 5 5
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 5 5
    Relacion calidad-precio 5 5
    • el 17 noviembre, 2019 a las 11:41
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      Supongo que es también cuestión de expectativa. A Aitor, sin ir muy lejos, no le termina de hacer el peso. Sin embargo comer como comí (y creo que ya es como la cuarta vez que les visito, si bien la primera fue en l anterior ubicación) y por ese precio, en los madriles… pues salgo de allí como si fuera el Marajá de Kapultala ^__^

      Saludos,

      Jose

  • el 18 febrero, 2019 a las 10:23
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    ¡Qué malas son las expectativas!

    Tenía muchas y muy buenas sobre este sitio al que llevaba un tiempo esperando acudir. No voy a decir que me defraudó, porque no fue así, pero no cumplió como yo había soñado.

    Restaurante situado en una pequeña plazuela de moderna construcción en un lateral de Santa Engracia, cerca pero un poco fuera de la calle Ponzano, tan de moda. El local es amplio, muy bonito y elegante, con una gran cristalera. Según entras hay una barra a la izquierda con un pequeño espacio de mesas altas. A la derecha está un salón. Nos sentamos en este, éramos 6 personas (4 adultos y 2 niñas).

    Pedimos todo para compartir, en raciones completas o alguna media ración (un punto a favor del sitio, por si vienes solo o en pareja es que puedes pedir todo o casi en media ración). Nuestra cena fue:

    – Buñuelos de Idiazábal. En su aparente sencillez se esconden una bolitas rebozadas de queso que son un placer. 11,8 €

    – Gambas de cristal en tempura. Jamás había oído hablar de ellas. Unas gambitas muy pequeñas, como quisquillas, y rebozadas muy ligeramente. 13 euros. Etereas. Están bien pero no son espectaculares.

    – Lubina en crudo con espuma de manzana. Una especie de ceviche, tartar o tiradito que no acaba, para mí gusto, de funcionar. La manzana le va muy bien pero al ser en espuma queda un tanto floja. Los cortes de la lubina no me gustaron, no son gruesos como un tartar ni finos en láminas como un tiradito o usuzukuri. No lo entendí. No estaba mal, pero a 23,5 euros la ración (pequeña).

    – Verdinas con sepia. Plato de cuchara con estas ricas y tiernas verdinas que tan bien acompañan al marisco. Sabroso plato, pero nuevamente algo escaso. 18 euros.

    – Pato azulón asado. De los mejores platos de la cena, perfecto de punto y con sabor muy marcado. Eso sí, ración pequeña a 28,5 euros.

    – Manitas rellenas de rabo de toro. Otro plato super sabroso, ración correcta pues el sabor es muy contundente y más se puede hacer pesado. 19,8 euros.

    – Tartar de gamo. Otra ración escasa que se factura a un precio importante, 28,8 euros en este caso. Bueno, pero para mi gusto demasiado dominado por el hinojo y otras hierbas que tapan el sabor de la carne.

    – Por último pedimos una media de lamprea, cocinada al estilo clásico o eso me pareció. Con una salsa contundente que supongo llevaría vino tinto y sangre como es norma y acompañado con arroz aromatizado y verduras. Plato muy contundente y no para todos los públicos. No la había probado antes y me sorprendió. Perdonen por mi paletez, para mí era una mezcla de un atún muy potente con foie, mezcla del sabor a pescado con otros cárnicos más contundentes. Entiendo que es un producto caro y difícil de encontrar en Madrid, pero fueron 19,5 euros por media ración.

    No tomamos postre, salvo un helado para las niñas.

    La carta de vinos no es demasiado grande pero efectiva, con vinos para casi todos los públicos y con bastantes sugerencias atractivas a precios razonables. Copas a la altura del local, muy buenas. En nuestro caso bebimos:

    – Philipe Butin Côtes du Jura Cuvée Spéciale 2011. Un rico savagnin con velo de flor, muy, muy elegante. No lo conocía y estaba soberbio. El mejor vino de la cena. 32 euros.

    – Malandro de Orly Lumbreras. Garnacha elaborada en natural en ánforas en Navalmoral de la Sierra, Ávila. Un zumito. Quizás demasiado zumo, pero de trago fácil. 29.5 euros.

    – Aleanna El Enemigo Cabernet Franc 2014. Vino de Mendoza, Argentina. Auna potencia y elegancia, perfecto con el final de la comida, con los platos más contundentes. 32,5 euros. Bien de precio.

    Nos pusieron el agua sin cobrarnos, buen detalle.

    En resumen. Buen sitio, buena comida. Decepcionado con mis expectativas, pero eso es culpa mía. Precios algo excesivos o raciones algo escasas, o una combinación de ambas. ¿Es un sitio al que ir? Sí, seguro. ¿Es un sitio al que repetiría? No lo sé, quizás a una mesa alta a picar algo con una copa de vino.

    En total pagamos unos 70 por persona.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 2 2
    • el 19 febrero, 2019 a las 07:59
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      Uahhhhhhhhhh! Lamprea! Deduzco que te la hicieron “estilo Arbo”, como mandan los cánones.
      Tremenda experiencia, escribí sobre ello en otra vida… 😉
      Como tú dices, y decía Herman Hesse, “no para cualquiera”, vamos, para casi nadie. Cuando la tomé yo, mi mujer y mis hijas casi me echan de la mesa

      • el 19 febrero, 2019 a las 10:55
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        Para no añadir ni quitar ni una coma, solo que no sabía que nos habían pagado ese porrón de dinero por ir. Te lo quedaste todo, malandrín. :p
        Yo si acaso meto la de la Cervecería Kruger. XDDD

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