Raro



Ubicación: Paseo de la Alameda 10
       Valencia (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46010
Teléfono: 663988404
Horario: Martes y miércoles cerrado
Menciones:
Tipo de cocina: De autor
Te puede interesar: Con terraza
Web: https://rarorestaurante.com/
Precio estimado: 45,00€

Valoración media :  
5 stars   1
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
5 estrellas de 2 Valoraciones
Cocina 5 5
Servicio 5 5
Local 5 5
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 5 5
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8 comentarios sobre “Raro

  • el 11 marzo, 2023 a las 09:51
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    Siguiendo el consejo de Aleis fui a este restaurante, y también por consejo, en este caso de Aleisito, lo hice en el primer turno (parece ser que luego se colapsa un poco el servicio) y… ¡doble aaaaacierto!

    Raro, se llama el garito. Y de raro, gastronómicamente, no tiene nada, todo lo contrario. Es cocina de autor contemporánea, equilibrada, que consigue armonía pese a esas notas disruptivas que le dan vidilla a todos los platos. Pero de rara, nada, de hecho, el tipo de cocina es el imperante en los ambientes, con el uso de los ingredientes y elaboraciones que están de plena actualidad (guanciales, ‘ndujas, carbonaras, puerros, chipotles, yemas, mollejas, presas, milanesas…). ¿Rara? No. ¿Top? Eso sí. Y no top, sino muuuuy top.

    Lo que sí es “raro”, y ahí consiguen una simpática diferenciación es, por ejemplo, el vestuario de los empleados: los chicos con falda, las chicas con traje de chaqueta y pantalón, combinando ambos los mismos colores corporativos: verde grisáceo y negro. Y los baños, absolutamente rosa el de caballero (paredes, lavabos, grifos) y el de señoras… no lo sé, aunque me entraron muchas ganas de mirar, me contuve.

    Me encantó su lema: “La normalidad es insoportable” (acorde como digo más con el concepto que con la gastronomía). Y me encantó el pedazo de local: diáfano, techos altos por los que corren enormes conductos rollo fábrica, con plantas que cuelgan de ellos, muros de ladrillos rústicos impostados, bancos-sofás corridos por toda una pared, mesas de madera desnudas, iluminación intimista, música cañera… mola un huevo.

    La carta, no muy extensa, no contiene ni un solo plato que no me apeteciera, es que me hubiera pedido todos. Pero me medí y me ceñí al menú-degustación que tenían, “Para no pensar” se llamaba, al que añadí (aquí no me pude resistir) las mollejas, quedando así la cosa:

    —————
    Croqueta carbonara · Guanciale · Yema
    Ensaladilla Olivier’s · Pato · Masago
    Puerro · Romescu de ‘Nduja · Queso azul
    Alcachofas · Meunière de corvina · Chipotle
    Pescadito frito · Mojo rojo · Chimichurri
    Mollejas · Setas · Idiazabal
    Milanesa de carrillera · Caponata · Queso feta
    Tarta de queso
    —————

    Pues lo dicho, cocina top. Hay manos en cocina, sabiduría, y están “al loro”. Siguen la tendencia, pero logran diferenciarse no sé de qué modo, pero lo logran, su cocina tiene alma, personalidad, vida propia. Muy destacables los emplatados, limpios a la par que preciosos y sugerentes, mucho arte. Aunque son casi antagónicos, me recordó a Nerua Guggenheim Bilbao por la aparente sencillez y austeridad de sus creaciones, ya que ambos con tres ingredientes principales te sacan un plato cumbre (tres, no dos ni cuatro).

    El menú degustación está muy bien pensado y secuenciado, por 30 € dan mucho más de lo esperado, superan expectativas, y de qué manera.

    El servicio también supera expectativas, comandado acertadamente por una joven vieja conocida del sector hostelería valenciana, que, además, sabe mucho de vinos, poniendo a tu disposición una corta pero interesante oferta, con referencias de lo más interesantes, y con correcto trato del mismo (copas Riedel). Tomamos un maravilloso cava con alma francesa, varietal de xare·lo, Xampany Ancestral de Jaume Giró i Giró.

    Raro restaurante está de plena moda, ambientazo, lo petan, es que lo petan, vaya llenazo (y eso que es muy grande y tienen dos turnos).

    Lo que tienen que mejorar urgentemente es el sistema de extracción, falla clamorosamente y conforme avanza la noche comienza un tufillo fritanguero que ya no te abandona hasta que no sales del local, hasta más tarde, pues se te queda impregnado en la ropa.

    Salvando este pero, la experiencia fue estupenda. Que sigan con eso de “La normalidad es insoportable” y nos continúen dando de comer y beber tan bien, y a tan buen precio. Si aún no has ido, tienes que hacerlo: Hay que ir a Raro sí o sí.

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 5 5

    • el 12 marzo, 2023 a las 11:46
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      Pues ya vais dos que recomendáis. Habrá que ir y ver qué tal y, me has dejado más tranquilo viendo que gastronómicamente no son nada raros, que es siempre me da miedito.

      • el 12 marzo, 2023 a las 14:10
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        Ve tranquilo! Pero al primer turno y con ropa que no coja mucho olor…

        Comer, se come muy bien, además encaja mucho con tus gustos.

        Y, oye, 30€ el degus

  • el 29 enero, 2023 a las 13:47
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    Local de dimensiones grandes, con mesas amplias, sillas cómodas y bonita decoración, creando un ambiente cálido y acogedor. Cristalería, cubertería y vajilla medias.

    Proyecto de gente joven con ilusión, con ganas y, sobre todo con un enorme potencial. Menú ideado (como por ejemplo en Tula) para compartir todo lo que se pida. Es difícil describir su cocina porque yo no la sabría catalogar. Solo pondré una adjetivo: Excelente.

    Dominio de la técnica apabullante en la cocina, esas croquetas de guanciale perfectas en rebozado y con una textura que te llena la boca para que explote el sabor, ese brioche de cordero del que te tomarías una docena, con ese sabor directo, largo, profundo y esa masa de brioche que parece francesa… UFF. Y seguimos que vamos para bingo… el steak con polenta sazonado con no se qué, pero que al entrar en la boca su sabor se mueve por toda ella con un carrusel de sabores. Y por qué no hablamos del sándwich de pastrami? Para mí, el mejor que me he tomado en mi vida… Y qué hacemos con la milanesa de carrillera? Pues hacemos lo que hemos hecho hasta ahora… disfrutar… disfrutar…. seguir disfrutando… Y como acabamos? Tarta de queso, vale, tarta de queso… Su punto es otra historia, discutiremos si hay otras con mas sabor, pero no podemos discutir que su ejecución es perfecta. Ya hemos acabado? Pues de lo visto sí, pero, pero aquí hay alma de sorpresa y para eso tienes la opción de un cocktail de café, mantequilla de cacahuete y whisky… Mi consejo, si sirve de algo es que de Raro no te puedes levantar sin tomarlo. Es, por asemejar un poquito, como si te vas de La Càbila sin probar el café que prepara Fernando. Brutal!!!

    Carta de vinos corta, nada convencional y, cómo no, buscando sorprender al cliente, lo cual siempre es un plus. Creo que la misma no esta a a altura de la comida. Pero no es para nada una critica. Es entendible total y absolutamente que un restaurante que, apenas lleva abierto un mes y está empezando a rodar, no sólo no tenga una carta larga sino que tampoco sepa hasta donde puede arriesgarse en las referencias. Si los clientes no empujan y están felices con lo que les ofrecen, no hay necesidad de asomarse a otras aventuras. Tomamos espumoso Finca Calvestra (muy bueno y a muy buen precio) y aconsejados por Sara (jefa de sala) una botella de Initio 2017 que acompaño muy bien la comida.

    Pan buenísimo, adictivo y de nivel alto.

    Servicio en sala muy ágil, rápido, cercano, eficiente.

    Bueno, y qué añadir? Pues que simple y llanamente me encantó. Hay cosas por pulir, como el tema del vino (que no depende de ellos, depende de los clientes) y, que como llevan tan poco tiempo abiertos todavía el engranaje de la cocina no esta perfeccionado y si se piden cosas nuevas sobre la comanda primera, se nota que se sufre dentro. Pero esos son problemas menores.

    Aquí hay madera, madera de la buena. Cocina de mucho nivel con sala con Sara al frente que demuestra tablas y sabe ser correa de transmisión de lo que se hace. Ideas claras, ejecución lineal, directa, sabores explosivos, originalidad y técnica sobrada… Todo lo tiene… Una suerte para nosotros poder tenerlo en Valencia. Estoy seguro que, en nada, habrá que reservar con semanas de antelación los fines de semana.

    Aqui lo RARO es no volver…………………

    Valoración media 5 5
    Cocina 5 5
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 3 3
    Relacion calidad-precio 5 5

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