Dos Estaciones



Ubicación: Carrer del Pintor Salvador Abril, 28
       Valencia (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46005
Teléfono: 963034670
Horario:
Menciones:
Tipo de cocina: De autor y De mercado
Te puede interesar:
Web: http://www.2estaciones.com/
Precio estimado: 45,00€

Valoración media :  
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4 estrellas de 5 Valoraciones
Cocina 4 4
Servicio 3 3
Local 3 3
Servicio del vino 3 3
Relacion calidad-precio 5 5
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8 comentarios sobre “Dos Estaciones

  • el 11 julio, 2021 a las 07:26
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    Nueva incursión en las profundidades de la guarida de los artistas de 2 Estaciones… y nuevo ¡aaaaaaacierto!

    No voy a redundar, así que por favor si os interesa leed la reseña que hay justo debajo de ésta en la que explico con mayor detalle las características de este local, uno de mis restaurantes fetiche.

    Sigue triunfante esa entente castellano (Burgos, Alberto Alonso) – valenciana (Gandía, Mar Soler) tanto en producto como en cocina, con ese aire de autoría tan marcado en la que manda la frescura, y con esa técnica tan apabullante que exhiben en todas sus creaciones. Han pasado los años y lo que era una simpática promesa se ha transformado en una realidad sólida y solvente, con su histórico avalando y con personalidad muy definida.

    Sobre mi anterior visita, añadir que, con un simple pero calculado detalle, han cambiado por completo el aire de la sala, ganando en todos los aspectos, adquiriendo empaque y otorgando sensación de intimidad. ¿Qué han hecho?: poner unas ligeras cortinas, níveas y traslúcidas, vaporosas, del techo al suelo, entre mesas y mesa. Atmósfera de verano mediterráneo cool.

    Poquito a poquito, sin prisa pero sin pausa, 2 Estaciones crece, progresa. Cada visita que les hago, siempre observo alguna novedad.

    En esta ocasión el menú degustación contuvo los siguientes pases:

    ———-
    Ceviche de sandía
    Sashimi de bonito con tomates y raim de pastor
    Coca de sardina de bota con piparras salteadas y yema curada
    Pate de berenjena con huevo y morcilla oreada
    Merluza al vapor con puerros a la brasa y jugo de pimiento verde en samorra
    Vaca de la sierra de la Demanda con tatin de cebolletas y mojo verde
    Albahaca, piña y coco

    ———-

    Como avanzaba, un espectáculo, que comenzó con uno de los mejores platos que he tomado últimamente, ¡y no era sino un aperitivo!: el ceviche de sandía. Un prodigio de frescura, punzante a la vez que envolvente, suave a la vez que contundente… qué llegada tenía cada cucharada, daban ganas de tomarlo a pozales, con los trozos de sandía y apio aportando el crunch, y el jugo acevichado con ají y jengibre que bailaban de miedo con el apio, qué maravilla, qué fuerza. Alberto, ¡haz un plato con esta base, por favor te lo pido!

    Esa noche encima estaban en sala Mar, pletórica, y Óscar, tan profesional como siempre, con lo cual ya la experiencia no pudo ser más gratificante.

    Acabo con la misma frase con la que finalicé la anterior reseña, permítanme que me auto-cite:

    “Es sin duda uno de los restaurantes donde mejor cocina de mercado ‘autorizada’ puedes encontrar en Valencia. Es un placer cenar en 2 Estaciones”

    (El himno de Burgos nos lo ahorramos en esta ocasión, aunque no puedo evitar canturrearlo cada vez que entro y salgo de este restaurante…) 😉

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
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  • el 21 junio, 2020 a las 09:02
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    Han vuelto fuertes, muy fuertes del confinamiento el burgalés Alberto Alonso y la gandiense Mar Soler, qué manera de cocinar, oigan. Y además con el gran fichaje en sala de Óscar (hellinero ex Ricard Camarena). Y aún hay más: un mínimo pero logrado rediseño del local, con unos coloridos cuadritos bien colocados, una variación en la iluminación… y algo más que se me escapa, no sé, pero hay mejor atmósfera que antes, limpia, clara, ozonizada. Se está bien en 2 Estaciones.

    Para mi espalda sigue siendo un problema el tema de las sillas, no sé qué perversa angulación tienen pero me destrozan, sin embargo me senté al fondo en la bancada pegada a la pared… y tan ricamente. Ya no tengo excusa para ir más a 2 Estaciones, ni quiero tenerla. Porque se come de pelotas y además me caen de maravilla, buena gente.

    Los findes tienen carta, y dos degus, uno más extenso que otro. pedimos el corto, al que se le añadió un entrante, quedando así la cosa:

    ———-
    Ostra valenciana, zumo de tomate y jerez
    Judías bobby, atún a la brasa y estragón
    Manitas de cerdo guisadas, garbanzos y emulsión de amontillado
    Merluza con patata chafada y jugo de pimientos en samorra
    Cochinillo, mole y frutos rojos
    Fresas, hibiscus, eucalipto, queso fresco y pan de especias

    ———-

    Se trata de una brillantísima cocina de temporada y autor que derrocha desparpajo, con una latente frescura en todos sus platos sin renunciar a la contundencia en muchas ocasiones. Consiguen que un cochinillo se coma fácil, con ese soberbio mole y esas fresas, o que un guisopo de garbanzos y manitas (el plato de la noche) lo ingieras en un pis pas, con esa enloquecedora emulsión/pomada de amontillado… Ese atún brasa con las judías bobbit crunch embriagadas de estragón, y ese aperitivo de locura, un bloody mary versión Alberto, con el zumo de tomate picante, ostra y jerez, uahhhhhh. Y qué decir que no se haya dicho ya de la celebradísima y celebérrima merluza, hervida, nívea, sobre una cama de patata chafada cocinada con toda la sustancia del desperdicio del pescado, y con ese prodigioso jugo de pimientos en samorra, donde la palabra frescura adquiere su máxima expresión.

    Bien la carta de vinos, con no demasiadas referencias pero interesantes, ha crecido desde la última vez, y con cositas por copas tanto de generosos como de tranquilos. Copas Riedel.

    Es sin duda uno de los restaurantes donde mejor cocina de mercado “autorizada” puedes encontrar en Valencia. Es un placer comer en 2 Estaciones.

    Tierra bendita donde yo nací, suelo bendito donde moriré…

    Valoración media 4 4
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    Servicio 3 3
    Local 3 3
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  • el 4 febrero, 2019 a las 11:22
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    Local pequeño , con mesas de mármol , no demasiado separadas unas de otras, lo cual puede provocar , en determinadas circunstancias , sensación de poco espacio.

    Tomamos menú degustación que consistió en :

    Cecina ahumada : Fuera de menú , nos la sirvieron por petición expresa nuestra. Para mi una de las mejores cecinas que he comido nunca.

    Ceviche de boquerón con Granada y Kikos : Boquerón sobre un fondo cítrico con punto picante perfecto en sabor. Los Kikos y la Granada rompen y aportan diferencia en textura y sabor. Frescura a raudales . Plato que abre las papilas a tope para lo siguiente

    Espuma de Coliflor con Papada ahumada y Huevas de Arenque: Perfecta la espuma en textura y en sabor. Las huevas no están de adorno, aportan el contraste entre el fondo dulzón de la espuma y su salinidad

    Setas con Ajo blanco y Piñones: Setas con muy poca cocción , tersas y plenas de sabor. Ajo blanco (una vez mas) elegante sin apoderarse del sabor, siendo acompañante de las setas. Piñones de mucho sabor aportan , como ya va siendo habitual aquí, el contraste en textura y sabor

    Alcachofa con cecina y alubia roja sobre fondo de cecina: Enorme plato. Las alcachofas , perfectas en su ejecución , con gusto muy alto , pero , aquí , lo que manda por encima de todo es el fondo. Fondo potente y elegante con un sabor pleno de cecina , con ese toque ahumado que se queda en la boca y que te inunda. Una maravilla de fondo , directo y sin concesiones

    Nap i col con oreja , anguila ahumada y fondo de fesols i naps. Si el plato anterior te deja en éxtasis , éste no le va a la zaga. Si antes te ha quedado sabor ahumado , ahora el sabor del retro gusto es el picante , picante que abre y dilata las papilas. Picante que sube y baja al combinarse con la dulzura del nabo y el sabor salino de la anguila. Tres sabores diferentes, tres texturas diferentes , para lograr un carrusel de sabores y un carrusel de sensaciones.

    Rodaballo con menestra de verduras: Materia prima de primer nivel con punto de cocción acompañada de una menestra de verduras igualmente perfecta en cocción. Plato en el que predomina el producto

    Vaca vieja con patata y mojo pico : carne de calidad , crujiente por fuera y prácticamente cruda en su interior acompañado de patatas cocidas con piel muy pequeñas. Así contado es una elaboración simple (y tal vez lo sea) , pero cuando lo comes , de simple no tiene nada. Carne con sabor alto, patatas duras y sabrosas sobre un fondo picante que para nada mengua el sabor final. Otra vez el justo picante abre las papilas para que la carne entre potente, con ese punto de grasa fundida que lo hace excelso

    Callos : Homenaje a este plato. Enorme en sabor , enorme en ejecución. Plato potente , con ese fondo (otra vez el fondo………..) picante que entra en la boca y te inunda en el sabor puro y lleno.

    Naranja , zanahoria, jengibre y menta. A priori parece una elaboración sin conducción. Y quizás ese riesgo es el que hace que todavía tenga más merito. Se juntan sabores cítricos , picantes y mentolados. Pero la secuencia siempre acaba en la menta. Por eso el resultado es de una frescura absoluta. Creo que la intención se concibe más al final del plato que en el principio o en el intermedio. Original y muy fresco

    Calabaza , chocolate y café. Si en el plato anterior hablábamos de secuencias de sabores que acaban en menta , aquí el final es la mezcla del chocolate y café. Postre contundente

    Carta de vinos corta , pero suficiente. Esta claro que , con esta comida, echas de menos mas referencias y , sobre todo referencias mas contundentes, pero , también es verdad que no se puede tener un inmovilizado grande. Bebimos zarate El Palomar de 2016 y Bosque de Matasnos Edicion Limitada 2011. Los dos servidos a muy buena temperatura y los dos a precios muy comedidos

    Muy buen café y pan sobresaliente (lo hacen ellos) , de los de toda la vida con corteza crujiente y miga esponjosa.

    Servicio en sala muy voluntarioso y cercano. El ritmo , a pesar de que estaba prácticamente lleno , fue perfecto.

    Los dos cocineros que están detrás , como propietarios (detalle importante y que no hay que perder de vista) , de este proyecto son Mar Soler y Alberto Alonso . Mar viene de Saiti (Vicente Patiño) y Alberto de Ricard Camarena . Como credenciales , en valencia , no se pueden superar. A Mar no la he seguido mucho y , por eso, creo que puedo opinar menos que de Alberto. A él lo conocí en Arrop Gandia y , bajo las ordenes de Ricard , me deslumbró. Siguió evolucionando en Arrop Valencia y , en cada visita, se notaba su mejoría. Se abrió Dos estaciones hace unos años y , como es normal presentó altibajos. Hace aproximadamente un año , el proyecto se afianzo en ellos dos y, esa estabilidad se ha trasladado a su cocina. Siempre se ha comido muy bien aquí, desde su inicio. Pero , es verdad que , desde que ellos tomaron la propiedad , la velocidad de navegación ha aumentado. Se ha puesto una marcha mas y , se nota que la mejoría es evidente. Conforme van desfilando platos , la cocina se desdobla y apabulla. Muy pocos cocineros son capaces de hacer esos fondos suaves en texturas , delicados cuando entran la boca , de recorrido lineal y explosión final. Que hay mucha técnica no creo que se pueda dudar , pero tampoco se puede dudar de que hay elegancia y potencia en el sabor. La sensación que tengo es que , desde hace un tiempo , y en esta visita lo he notado más, se han soltado anclas y empiezan a despegar. No debe de ser fácil , cuando has estado a la sombra de grandes , iniciar tu solo el camino. Es lógico que inicies ese camino con la base de lo que sabes y , es lógico que tengas miedo a salir de tu zona de confort. Ya ha pasado el tiempo y creo que , ya es hora de que apuesten por ellos olvidando lo anterior. Entiendo que se me diga que es caro comer en 2 estaciones si nos atañemos al local. Si , las sillas no son cómodas, las mesas no son grandes, la decoración es la que es………….Pero creo que , si nos basamos en la comida , es muy barato comer en Dos estaciones. esta cocina en otro ambiente se multiplica por dos . Vaya una cosa por la otra…..Y la única manera de romper esa eterna discusión es ser ellos mismos , porque lo demostraron antes , lo demuestran ahora y lo demostraran todavía más cuando se liberen de miedos y de fantasmas y desarrollen su potencial. Así adquirirán personalidad y , gracias a ello y a retoques en la decoración del local , seguro que la discusión se habrá acabado . Como dicen en el Casino : No va mas……… Ha llegado la hora de que apuesten de verdad por ellos, su potencial así se lo exige

    Valoración media 3 3
    Cocina 4 4
    Servicio 3 3
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  • el 12 diciembre, 2018 a las 09:41
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    A destacar su cocina, la materia prima y la pasión por lo que se cuece en las ollas, he estado hace poco; solo estuve esa vez aunque pienso volver; y me cautivó los movimientos que veía detrás de lo que pienso que antiguamente fue una barra de bar, convertida ahora en cocina, amante de los fogones, los cuchillos y los cortes precisos no pude dejar de quitarle el ojo durante toda la noche. El local es lo que es, pero pienso que con poco se podría mejorar mucho, mesas muy pequeñas para cuatro comensales, nada cómodas, igual prescindiendo de una se ganaba espacio para mejorar esas que están limitadas en tamaño, el servicio muy amable pero en nuestro caso poco formado tanto en el vino como en el oficio (seguramente fue ese día que no había inspiración, desde luego en el vino no fue culpa de la inspiración) repito muy amable, cercano y atento, pero no solo se busca eso. Estoy deseando volver para ver ese baile de fogones.

    Valoración media 3 3
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    Servicio 2 2
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    • el 12 diciembre, 2018 a las 20:56
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      Sí, lo de las sillas…. Lo que pasa es que veo tanta ilusión, tan buen rollo, y tanto punch en los platos que lo perdono (y eso que tengo la espalda bastante perjudicada y sufro mucho en esa posición)

  • el 9 septiembre, 2017 a las 10:09
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    La revelación de la temporada.

    Tiene todas las hechuras de un modesto gastrobar ruzafeño por fuera y por dentro, pero esa cocina… Esa cocina creativa de producto, de temporada, no se dejen engañar, no es de gastrobar, es de pedazo restaurante.

    Un puñado de referencias tiene en carta, no más, a cual mejor oiga. Siete u ocho entrantes, cuatro principales y cuatro postres. Pan elaborado por ellos a diario.

    Para el recuerdo dos platos:

    Sepia, molleja de ternera y repollo asado, con el pimentón chisporroteando entre los tres elementos que descansaban sobre una pomada de tinta con algo más que no supimos adivinar.

    Merluza con patata chafada y jugo de pimientos en samorra, con una apiparrada acidez que envolvía la cremosa patata y hacía levitar la jugosa merluza.

    Y no anduvieron a la zaga ni la audaz “Coca de lengua de ternera y acelgas”, ni las soberbias “Alcachofas, jugo emulsionado de lacón y yogurt de piñones”.

    Para beber, Gramona Imperial Gran Reserva 2012, bien puesto.

    El servicio encantador: Informal, cercano y muy profesional.

    Qué placer me produce descubrir estas joyitas, estas nuevas propuestas en las que se palpa, se siente, que la ilusión está presente. Pero es que además cuando se come como aquí… ¡Ufff! Qué frecura. Darán que hablar, mucho. Mucho.

    Montones de quilates en cocina, hay manos. Manos que consiguen que flipes con la sencillez. Algo muy difícil y al alcance de muy pocos.

    Valoración media 3 3
    Cocina 4 4
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