Ubicación: Dominikanerbastei 17
Viena Austria
Código Postal: 1010
Teléfono: 431512222910
Horario: Solo noches y cierra domingos
Menciones:
Tipo de cocina: Actualizada
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Web: https://konstantinfilippou.com/oboufes
Precio estimado: 75,00€
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En nuestro viaje a Viena nos recomendaron Konstantin Filippou, un dos estrellas Michelin, pero estaba lleno y al intentar reservar ellos mismos nos ofrecieron su bistrot, que está en el mismo edificio que el gourmet. Como también lo recomendaban tanto mi fuente como la mencionada guía, acepté, y en él cenamos nuestra primera noche.
El local es guapo, moderrnote modernote, muy informal, decoración esencial carente de ornamentos, materiales naturales básicos sin tratar ni pulir, techos altos, suelos y paredes de hormigón lavado de tonos grises. Ambientazo y llenazo.
La carta es realmente escueta y sencilla, vamos que tiene cuatro entrantes y cuatro principales. Pedimos casi todo lo que había en ella, para compartir.
—Entrantes
Terrina de Ternera / Crumbles de coliflor / Mejillones Bouchot / Tartar de Mangalitza
—Principales
Gnocchi de Kalamata / Trucha asalmonada
—Postres
Créme brûlée de naranja / Dumpling de semillas de amapola
Bueno, pues no es que cenáramos mal, pero aunque ya estábamos avisados de que era en plan bistrot, esperaba algo más, y yo el toque de un chef biestrellado no lo vi en ningún lado. Cocina fina y con mano, pero muy sencillota. Raciones muy justitas. Me gustó el tartar, de una raza de cerdo de por allá, no sé de qué parte del gorrino era pero tenía un punto viscosete muy atractivo.
Lo que sí es un espectáculo es la carta de vinos, tremendo despliegue nada acorde con la cocina, un paraíso para los amantes de los vinos naturales, más de 200 referencias de vinos naturales y solo naturales. Un paraíso… o un infierno para los que huyen de estos, pues no te escapas, no tienes elección, natural sí o sí. Yo no soy fan pero tampoco anti, así que me dispuse a disfrutar de la oportunidad centrándome en mi variedad blanca favorita, la grüner, pues además estamos en Austria oiga:
Martin Nittnaus Elektra Grüner Veltliner 2017 / Buteo Grüner Veltliner 2017 / Tauss Weissburgunder Süss 2005
Los dos grüner eran especiales, diferentes, marcadamente ácidos, me gustaron, pero el que me entusiasmó fue el tercero, un vino de postre de weissburgunder (pinot blanc, dicen) que no parecía un vino de postre pero que cumplía su papel de vino de postre de modo formidable, limpiando y acompañando, brutal.
El servicio como era de esperar, informal y actual, majete y tal, algo lentos.
Pues eso.
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Llámame tonto, pero esto me atrae un poco más que el schnitzel de https://www.gaudaru.com/tabernas/figlmuller/
😉
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Jaja, no lo dudaba.
A mí la verdad es que no. De Figlmüller y su schnitzel me acordaré siempre, y este… ya se me ha olvidado.
Qué cosas, oyes! 🙂
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Pues yo me apunto al tema natural, soy de altas volátiles y sidras… 😂
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Joé, pues hubieras gosssado como un loco con esas dos grüner, @oscar-bilb
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He tenido bastantes decepciones con los vinos naturales. Hoy por hoy rara vez compro botellas, salvo recomendaciones de gente de mi confianza en su criterio o con experiencia propia previa.
He tirado ya unas cuantas botellas por el fregadero 😉
Dicho lo cual, me hubiese gustado visitar el local, sin duda alguna.
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No sabes cómo te entiendo… Pero bueno, esto de las sidras es harina de otro costal.
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