Paté de Tomate seco 53 Covetes


Productor: 53 Covetes - España
Tipo de producto: Conserva vegetal y Foie gras y paté
Procedencia/Origen: Bocairent
D.O./Zona/IGP: Producto Excelencia de Bocairent
País: España
Precio medio: 5.00€ / Lata
Elaboración: Tomate de Bocairent secado al sol de la Sierra de Mariola, aceite de oliva virgen extra, hierbas aromáticas y sal.
Premios:
Web: https://vinosvalencianos.com/

Valoración media :   
5 stars   1
4 stars   0
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
Valoración 5
Relación calidad-precio 5
Compártelo

3 comentarios sobre “Paté de Tomate seco 53 Covetes

  • el 5 diciembre, 2023 a las 11:49
    Permalink

    ¡Pero qué cosa más rrrrica!

    Lo compré así random en una visita que hicimos a Bocairent (vaya pueblo bonito, sobre todo de noche, y vaya zona bonita, sobre todo de día), junto con unos tarros de pericana, y no tenía grandes expectativas la verdad, pues fue en una tienda de productos regionales hiper turística que hay en el centro del pueblo y que extiende sus productos fuera de la misma abarcando media plaza.

    Y, ¡que va oye! Menudo manjar de los dioses este paté de tomates secos, que no lleva más que el tomate seco (“secado al sol de la Sierra de Mariola, reza el tarro, qué romántico y sugerente), AOVE, hierbas aromáticas y sal. Las hierbas no se aprecian, y el aceite apenas, pues domina de manera fulgurante el tomate seco, de gran calidad, qué concentración de sabor, es imponente, qué delicia, con lo que me gusta a mí el tomate seco, qué ácido dulzor tan apasionante. Paté, paté, no es, es como si hubieran escachao los tomates sin batirlos mucho, tiene cierta formita.

    De 10. Acabé el tarrito e hice un pedido on line, ya que llamé y me dijeron que no hay ninguna tienda que lo venda aparte de la suya. Estoy loko por probar la pericana de esta misma casa que, aprovechando, también he comprado.

    ———-
    P.D.: La primera vez que probé un paté de tomates secos fue en Cerdeña, sin saber lo que tomaba, en una cena buffet en la que había mil delicias, entre ellas unas tostaditas con el citado paté untado generosamente, más que untado, amontonado, pues también estaba, como en este caso, sin batir mucho. Salió a saludar el cocinero, un tipo que parecía sacado de una película napolitana de los 60, nunca lo olvidaré, grande, barrigón, bonachón, locuaz y gesticulante hasta el extremo, con un gorro de chef de esos muy altos, y me preguntó que qué tal, que qué es lo que más me gustaba y esas cosas… Yo le contesté sin dudar señalando a la bandeja (que había yo dejado temblando), y aproveché para preguntarle que qué demonios llevaba, porque es que no era capaz de sacarlo, de verdad, ni aproximadamente, yo pensaba que era algo cárnico, algún embutido local tipo sobrasada suave, yo que sé, estaba perdido, y él, en primer lugar, me miró sorprendido (debió pensar, “este chalao, con las maravillas que he cocinado, y se queda con un pu… paté”), y en segundo me contestó muy sonriente y gesticulante: “Pomodorini (señalando al suelo), sole (señalando al cielo) sale (frotándose tres dedos de una mano apuntando hacia abajo) y finito (cruzando los antebrazos varias veces). Fue hace como 10 años, y parece que lo estoy viendo ahora mismo.

    Valoración 5
    Relación calidad-precio 5

Deja un comentario