Karlos Arguiñano Bar


Teléfono: 943130000
Ubicación: C/ Mendilauta, 13 20800
    Zarautz (Gipuzkoa)
    España
Horario: Abre todos los días de la semana
Momentos: Aperitivo y Cena
Tipo de cocina: De pinchos y Vasca
Web: https://www.hotelka.com/es/bar
Precio medio: 25.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Pintxos

Valoración media :  
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2 estrellas de 1 valoraciones
Valoración 2 2
Relación calidad-precio 2 2
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10 comentarios sobre “Karlos Arguiñano Bar

  • el 15 agosto, 2021 a las 12:16
    Permalink

    La que tiene liada Arguiñano en Zarautz. En el extremo más alejado del centro de la zona urbanizada de la playa de Zarautz, en rabiosa primera línea, ahí tiene su emporio, un complejo compuesto de hotel, restaurante gourmet, bar, terraza y bombonería.

    Fuimos al bar, dentro, que también es cafetería por las mañanas, desayunos y tal, y copas por la noche.

    Está muy guapo, ya había estado algunas veces, mola más de día, con esa luz oceánica que entra por las grandes cristaleras. Esta vez fuimos a cenar, y por la noche, debido a la amarillenta iluminación cenital, queda un poco tristón, como que falta “calorcito”. Barra elegante, piedra, madera, materiales modernos, bien, bien.

    La carta no es muy amplia, la clasifica en 4 apartados: Pintxos / Bocadillos / Sandwiches / Raciones.

    Era agosto, estaba hasta arriba, y de la mencionada carta faltaban cositas, al final pedimos:

    —————
    • Croqueta de ibérico
    • Pintxo de txistorra
    • Foie fresco a plancha con manzana y oporto
    • Calamares
    • Sándwich Txantxangorri
    —————

    Chico, qué desilusión. Como digo ya había estado hace años un par de veces así en plan rapidito, pero esta vez que nos sentamos y tal, pues eso.

    La croqueta de ibérico, secorris y harinosa, la txistorra se salvaba de la quema y no estaba mala aunque tampoco era para tirar cohetes, el foie fresco, ves, sí que estaba rico, los calamares, lamentables, pero malos malos, correosos, y el txantxangorri, pues un sándwich sin ningún atractivo, que hubiera estado pasable si no es por el exceso de mantequilla que había en partes del pan, lo hacía desagradablemente aceitoso en esas zonas.

    Y encima tuvimos que soportar a un servicio chulesco, altivo y desafiante, aunque eso sí, y es justo decirlo, rápido y expeditivo. Parecía que te hacían un favor sirviéndote, esto es lo que hay, si te gusta, bien y sino no, puerta. Si pedías todo a la vez, no iba mal la cosa, te lo sacaban pim pan pum y ya está. Pero ¡ah amigo si te faltaba algo! Ufff, como si estuvieras delinquiendo. Con nosotros fue violento al pedir más vino y tal, por suerte sin altercado, pero con dos mesas cercanas presenciamos incidentes deplorables: “Pues si no te gusta te vas, mira, por esa puerta, y busca, busca, que ahí estará Karlos, y se lo cuentas”, a voz en grito. Los chavales de la tropa eran majos, pero los dos o tres jefes gallitos que había, tanto dentro como en la terraza, deberían dedicarse a otros oficios, la hostelería requiere de otros perfiles y otras actitudes por muy lleno que esté el local y por muy agosto que sea.

    Tema vinos por copas, algo tenían, pero con los monosílabos y las respuestas cortantes y malas caras, pasé de indagar. Tomé un txakoli de Arguiñano, estaba rico, y una copa de cava que también estaba estupendo, pero desconozco cual fue, cualquiera pregunta….

    De verdad, mira que me cae bien a mí el amigo Arguiñano, pero no vuelvo ni atao. Al restaurante gastro sí que quiero ir, le tengo ganas, pero al bar… amos hombre.

    Valoración 2
    Relación calidad-precio 2

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