Teléfono: 915310616
Ubicación: C/ de Tetuán, 12 28013
Madrid (Madrid)
España
Horario: Abre todos los días de la semana
Momentos:
Tipo de cocina: Tradicional
Web: http://www.casalabra.es/
Precio medio: 6.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Bacalao rebozado
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… en el capítulo anterior (Casa Revuelta) debatíamos:
“Hace aun más tiempo que no voy a Labra. A ver si puedo hacerlo en breve. Paso cada 2×3 por la puerta, pero oye, yo ya tengo más años que Danny Glover cuando dijo “I’m too old for this shit!”. Y es que en Labra hay cola desde media mañana, antes de que abran. Y mira, como que no. Y eso que paso a horas valle, en días perdidos, de semanas aleatorias… Pero me gustaría volver. Iba de cuando en vez cuando era crío. Entonces todavía era factible entrar a tomar algo, sin más, al paso, como en cualquier otro bar.”
Y así ha seguido siendo desde entonces. El otro día, por contra, ni siquiera tenía intención. Estaba por el centro en otros menesteres. Comprando un libro, revisando otro (que no se entere nadie que leo, que está mal visto :-p ) Y ya de vuelta a casa, y por evitar las aglomeraciones turísticas, enfilé por esta calle. Cucha, que aunque había gente, no había cola. Que miro de lejos… ¡ y veo hueco en barra ! Que le pregunto al camarero-cancerbero y más o menos me dice que tire pa’dentro. Y yo, si veo rendija, ¡ entro como los ratones ! ^__^
Hay cosas que no cambian. Lo de comer se pide en un mostrador. Lo de beber en otro. Exactamente igual que siempre desde que el mundo (Labra) es mundo (Labra). Siguen, además, adheridos a su clasicismo. Escuetos, cortos y al pie. Hay queso, hay jamón, algún pincho de bonito, croquetas… ¡ y bacalao ! Labra es bacalao. El bacalao, en el Madrid tabernario, se conjuga en primera persona del singular del verbo Labra. No dejo de pensar, mientras estoy en el tránsito entre mostrador y barra, en la cantidad de veces que vine aquí de pequeñajo. Que ni de puntillas llegaba con la mano al mostrador. El morder el bacalao, el pincharme con las espinas, en quemarme con el bacalao, el… Magdalena de Proust, rellena de bacalao.
Dos tajadas. Que merecen llamarse así y ale, al mostrador. Venga, una caña.
Ya está todo. Ya estoy en mi lugar, conectado con mi lugar pasado, quizá a 40 años vista, por una tajada de bacalao.
Y me gustaría decir que aquel tiempo pasado era mejor, que han cambiado, que esto no es lo que era, que… Gruñir por no poder entrar por las enormes colas turísticas, gruñir por la gentrificación de toda barra capitalina, gruñir por el mercadeo de los espacios en los que vivir la vida cotidiana y en los que tomarte una caña para poder descomprimir de todo lo que nos rodea…
… pero no puedo decir, ni gruñir. Porque estas tajadas de bacalao están impecables. Jugosas, las lascas salen suavemente protegidas por un rebozado más ligero de lo que recordaba. Siendo de estilo orly no forma una coraza, si no que está en un “tiempo intermedio”. Impecable. Limpio. Delicioso.
Ni puedo decir, ni gruñir. Es una delicia de bacalao.
Esta vuelta a la infancia fuéronse a menos de 6 EUR. A 1,9 EUR la tajada de bacalao (tome 2, por aquello de merendar) y 1,7 EUR la caña de cerve.
Nota 1: La foto es propia, claro; acodado en barra y defendiendo en zona.
Nota 2: El nivel turístico es que era continuo el tránsito de amables personas que iban a la barra, y sin hablar ni castellano, ni inglés, sacaban el teléfono móvil y mostraban una fotografía de lo que habían venido a buscar: El bacalao rebozado de Labra.
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Sigues pensando, como en el capítulo anterior, que el bacalao de Revuelta supera al de Labra?
P.D.: El que la sigue, la consigue 😉
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¡ Urge desempate ! =^.^=
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