Sucar



Ubicación: Carrer de la Reina Na Germana, 4
       Valencia (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46005
Teléfono: 961001418
Horario: Cierra domingos y martes noche, y lunes.
Menciones: Recomendado Repsol
Tipo de cocina: Tradicional y Valenciana
Te puede interesar: Con menú de mediodía
Web: https://www.sucarvlc.es/
Precio estimado: 40,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   2
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 2 Valoraciones
Cocina 5 5
Servicio 5 5
Local 3 3
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 5 5
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4 comentarios sobre “Sucar

  • el 14 diciembre, 2020 a las 17:09
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    Mucho tiempo sin ir a Sucar. Y muchas ganas de volver para ver la evolución

    Ambiente agradable con mesas muy separadas y amplias. Buenas las cuberterías, la cristalería, la mantelería y la vajilla

    La primera sorpresa (agradable) es que , al frente de la sala está Raquel (ex Mulandhara).

    Después de ver la carta, al final nos decidimos después de dudar mucho porque habían muchos platos que llamaban la atención:

    .- Ensaladilla rusa: De la ensaladilla de Vicente Patiño esta todo dicho. Nada que añadir. Este plato es obligado si o si. Excelente… como siempre.

    .- Níscalos a la brasa: Perfectos. Perfectos en sabor terreo profundo, en textura sobresaliente porque, no sé como, cuando muerdes es como si estuvieran envueltos en un halo meloso y luego están tersos. Me fascinó.

    .- Alcachofas a la brasa con velo ibérico y trufa: Vale lo dicho del juego de texturas para el plato anterior, el ibérico envuelve a la alcachofa como si la protegiera , dándole un punto de melosidad que contrasta con la firmeza que te encuentras después. Y ese aroma de trufa… remata el plato.

    .- Brioche de steak tartar y huevo de codorniz: Impecable . Impecable en todo. En secuencia de sabor, en textura, en corte, en mezcla. Impecable. Y ese brioche caliente que lo acompaña en su base… Cada bocado un placer.

    .- Coca de titaina y ventresca: Plato de los que llamo “A puerta Gayola”. Te enfrentas directamente a la titaina con una base de coca. Acidez perfecta del tomate con sabor profundo pero delicado. Y una coca perfecta. Se puede decir que es un plato sencillo. Para mi falso, el arte es hacer un plato sencillo un plato glorioso. Y aquí se logra, sin duda, se logra.

    .- Paletilla de cordero: Siguiendo la tónica. Excelente. Jugosa, perfecto el punto y sabor largo, largo…

    Siguiendo los consejos de Raquel, que al fin y al cabo es quien sabe, bebimos Finca Elez y Ariana. Los dos soberbios. Con decir que no desentonaban en absoluto con la comida esta todo dicho.

    Como he dicho, mucho tiempo sin ir a Sucar. Demasiado sin duda. Quizás por eso, he notado una evolución geométrica. Para empezar la sala. Nada que ver con la que yo conocía. La incorporación de una profesional como Raquel le ha dado un vuelco absoluto. A pesar de su juventud, su hechura profesional es de veterana, y como tal, ejerce un dominio total y absoluto de la sala. El servicio, en su conjunto fue excelente, rozando la perfección. Y eso es muy importante, porque el hacerte sentir como en casa hace ganar siempre muchos puntos al restaurante.

    Y para seguir la cocina. Cocina con producto de primer nivel, tratado como se merece. No encontré ningún pero a ningún plato. Todo estuvo como tenía que estar. Cada plato lleva, ahora si, el sello de Vicente Patiño. Y ese sello, pesa mucho. E interpretar la filosofía de Vicente (al cual a estas alturas de la película no voy a descubrir), el saber plasmar su cocina como lo hacen aquí no es fácil, nada fácil. Aquí han logrado eso tan difícil de conseguir como es la perfecta trasmisión de las ideas, de los conceptos y de las bases de un cocinero extraordinario y hacerlos realidad en el plato. Cuando te quedas con ganas de seguir en todos y cada uno de los platos que has tomado, cuando disfrutas de cada bocado, sin duda, es que estas ante una gran cocina. Se me podría decir que, bueno, que bien, que estamos ante una cocina de producto y ya está. Falso, por lo menos para mí. Habría que añadir a lo de producto la coletilla de, producto de primer nivel tratado en una cocina de primer nivel. Y eso es lo difícil, eso es lo que marca la diferencia entre un buen local y un muy buen local. Eso es lo que da personalidad a un restaurante y eso es lo que permite que no tenga que estar a la sombra de Saiti. No tiene nada que ver Saiti con Sucar. Pero es que no tienen que tener nada que ver. Esa es la grandeza. Eso es lo que determina versatilidad. Eso es lo que determina una marca. A partir de ahí podríamos empezar a hablar… Pero eso es otra historia.

    Sintetizando mucho, se podría decir: Segundo restaurante de Vicente Patiño con una sala y una cocina que ya quisieran muchos primeros restaurantes de otros cocineros. Ese el nivel de Sucar. Nivelazo sin duda.

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 5 5
    Local 3 3
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 5 5
    • el 14 diciembre, 2020 a las 21:07
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      Es un sitio al que puedes llevar al más foodie y al más básico, y ambos saldrán encantados.

      Oye, yo siempre he dicho que los rebollones están injustamente catalogados como setas de tercera en cuanto a valor culinario. Si las pilla alguien que sepa, como Vicente, eso es gloria bendita. Solo por eso voy a ir YA, me has dado una envidia que no veas.

      Yo también me alegré mucho de reencontrarme a Raquel, está radiante, y cómo se nota en sala como muy bien dices. Es un “gana-gana” de libro, Raquel/Sucar.

  • el 24 mayo, 2020 a las 17:56
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    Ahora Sucar by Vicente Patiño to take away, y pronto delivery.

    Da mucho gusto ver como los grandes van reaccionando y van asomando la cabeza. Me alegro mucho por ellos… y por nosotros, los consumidores, que volvemos a tener opciones de degustar cocinas top, aunque de momento sea en casa, pero algo es algo.

    Su celebérrima rusa, su no menos famosa titaina, la ensalada de naranja y ventresca en escabeche, unas croquetas, esas alcachofas con panceta y romescu, dos cocas de dacsa… cómo la hemos gozado. ¿Y qué me dices del milhojas de mantequilla noisette?

    Por supuesto tiene también arroces y pescados para llevar, pero no nos apetecía, nos pedía el cuerpo picoteo.

    Logrado y esmerado packaging.

    Aúpa Patiño, grande Patiño!!!

  • el 26 enero, 2020 a las 12:18
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    Sucar es el restaurante de cocina tradicional valenciana (“Cuina i Tradició” es su slogan) de Vicente Patiño, que, para quien no lo conozca, diré que es uno de los mejores chefs de la Comunidad Valenciana, ganador en 2007 del Premio Cocinero Revelación de Madrid Fusión, y firme candidato a la primera Michelin, para la que año tras año aparece en las quinielas de la mano de Saiti, su restaurante gastronómico, que está puerta con puerta con este Sucar que nos ocupa.

    Así como reconozco ser fan de Saiti, sin embargo Sucar, las dos veces que había estado no me había enamorado. Oye, pues va a ser verdad eso de “a la tercera va la vencida” porque… qué bien.

    Los findes no tiene el menú diario, pero tiene otros dos, nosotros nos decantamos por uno llamado Terreta (25€, 4 entradas al centro, arroz del día o pescado o chuletitas de cordero lechal a la brasa, y postre) que quedó así:

    —————
    ··Ensaladilla rusa
    ··Titaina del Cabanyal con láminas de bonito en semi-salazón
    ··Albóndiga de bacalao con mahonesa de ajo a la brasa
    ··Berenjena a la brasa, queso de cabra y miel de caña
    ··Arròs amb fesols i naps
    ··Tarta de queso

    —————

    Patiño es un crack, él tanto para Saiti como para Sucar, parte siempre de la cocina tradicional valenciana, tomando como base sus platos, bien vigentes, bien recuperados, lo que ocurre es que en el primer caso (Saiti) los proyecta hacia una fantástica cocina creativa de autor, y en el segundo (Sucar) hacia una cocina pura, limpia y sincera pero no exenta de técnica, qué va. Así, en Sucar, encuentras rusa, bravas, croquetas, albóndigas, verduras, cocas de Dacsa, arroces, guisos tradicionales del día, pescados y carnes brasa.

    La ensaladilla rusa, qué decir con todo lo que se ha hablado de ella, no en vano está considerada como una de las mejores, si no la mejor, de Valencia; la titaina (como un pisto con piñones y atún en salazón) de 10, con un chup chup relajado que provocó una melosidad y un sabor maravilloso, en este caso con láminas de bonito en semi-salazón; la albóndiga de bacalao (en Valencia le llaman así pero en realidad es una croqueta), estupenda; la berenjena a la brasa muy bien, aunque a mi me sobra el queso de cabra; el arròs amb fesols i naps (arroz con alubias y nabos, traducción literal) de quitarse el sombrero, suave pero sustancioso, un arroz muy de aquí, de invierno, meloso o caldoso, en este caso era semi-caldoso, e incorporaba como es de ley algo de carne, destacando la morcilla negra con cebolla y sin arroz; y la tarta de queso, rica, de queso de cabra suave.

    Bien la carta de vinos, hay cositas, y seguro que habrá más con la incorporación como jefa de sala de Raquel Bernal (antes en Macellum, Mulandhara, Come y Calla) una gran profesional que lleva la sala rodada, con solvencia y amabilidad, una alegría y un placer reencontrarla.

    En definitiva, una propuesta apta para todos los públicos, tanto para los paladares que no buscan complicaciones como para los más exigentes sabiendo a lo que se va: “cocina (valenciana) y tradición” con mano, oficio, criterio y técnica.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 4 4
    Local 3 3
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 4 4

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