Plachutta



Ubicación: Wollzeile 38
       Viena        Austria
Código Postal: 1010
Teléfono: 4315121577
Horario: Abre todos los días de la semana
Menciones:
Tipo de cocina: Tradicional
Te puede interesar: Con terraza
Web: https://www.plachutta.at/
Precio estimado: 50,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 3 3
Servicio 4 4
Local 4 4
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 3 3
Compártelo

6 comentarios sobre “Plachutta

  • el 19 mayo, 2019 a las 11:07
    Permalink

    De las especialidades gastronómicas más conocidas de Austria nos faltaba por probar únicamente el tafelspitz, y coincidió que nuestra última tarde-noche en la ciudad nos pilló paseando por las inmediaciones de Plachutta, según todas las guías “el templo del tafelspitz“. Nos acercamos y parecía que no… pero sí, pese a estar hasta arriba tanto el interior como la terraza, nos acomodaron en una mesa para 4, además una muy buena mesa. ¡Genial!

    Plachutta está pegadito a Stadpark, en pleno corazón de Viena, y es un restaurante de corte clásico, elegante, con una terraza muy bien puesta, con clase, y un servicio “de los de antes”, uniformados, discretos y rápidos, pese a que ahí se trabaja a destajo.

    ¿Y qué es el tafelspitz?… Pues uno de los platos más tradicionales de Austria, su historia arranca con el emperador Francisco José (1830-1916) que al parecer fue un auténtico experto en la anatomía de la vaca y en la degustación de su carne, debiéndose a él su popularización.

    Se trata de un hervido de carne de ternera en caldo de verduras, para el que usan un corte muy especial y concreto de la zona exterior de la parte trasera de la vaca, el tafelspitz (correspondería a lo que llamamos “tapilla” en España), que da nombre al plato. En Plachutta te sacan este corte por defecto y es el que casi todo el mundo toma, pero te dejan elegir entre otros muchos cortes de diversas partes de la vaca.

    El tafelspitz se come en tres tiempos:

    1.- Te tomas un tazón de sopa que tú mismo te sirves del perolo.
    2.- Buscas dentro del perolo la sección de hueso que contiene la médula, extraes el tuétano, te lo untas en una rebanada de pan negro, lo salpimientas y te la comes con la mano cual tostada.
    3.- Sacas el grueso filete de carne, y lo comes en el plato acompañado de patatas y verduras cocidas y de dos salsas, una de manzana y rábano picante, y otra de cebollino y mostaza.

    En Plachutta este tema es toda una liturgia: primero te sacan los platos en los que va grabado un dibujo con la silueta de una vaca y sus diferentes partes con sus nombres; posteriormente aparecen con unas aparatosas planchas metálicas alargadas y las colocan en el centro de la mesa; más tarde depositan en ellas perolos de cobre que contienen el hervido; y finalmente ponen con cuidado a los lados las patatas, las verduras y las salsas de acompañamiento.

    Nos pareció una ternera de gran calidad, pero entre que estábamos ya bastante castigados del viaje y que la carne cocida no es lo que más me apasiona del mundo, pues chico, que bien sí, que está muy bien probarlo, que nos encantó vivir la experiencia y nos pareció curiosa y atractiva, pero que no repetiríamos, me quedo con el schnitzel de Figlmüller, ahí sí repetiría.

    Además del tafelspitz tomamos unos espárragos blancos frescos de entrante, en las dos formas que los ofrecían, básicamente cambiaban en que unos eran servidos con una vinagreta encima y otros con dos salsas a parte de aderezo, una de las cuales, la holandesa, era para morirse. Los espárragos son muy apreciados en esta parte de Europa, los conocen bien y los trabajan mejor, son de mucha calidad teniendo especial fama los austriacos, estábamos en plena temporada y los ofrecían en todos sitios, bien como platos del día, con flyers en las cartas, bien como menús temáticos. Muy, muy ricos los de Plachutta.

    Y para compartir, un zwiebelrostbrat, otra de las especialidades vienesas, carne de buey asada con cebollas y una salsa concentrada. Me gustó mucho más que el tafelspitz, qué saborazo.

    La carta de vinos era muy amplia y nutrida de múltiples referencias de grüner veltliner, entre las que escogimos un Federspiel Ried Achleiten 2018, del valle de Wachau, y acertamos, una buena grüner que acompañó toda la cena.

    Valoración media 4 4
    Cocina 3 3
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 3 3

      • el 22 mayo, 2019 a las 07:47
        Permalink

        A mí también me pareció curiosa, @javierdecastro, y su historia, con el friki del emperador Francisco José, no he contado todo para no aburrir, pero he investigado un poquillo y tiene mucha miga. El citado emperador, que popularizó el tafelspitz, buscaba el mejor modo de degustar la carne de vaca y la mejor pieza y decidió que era ésta que ha perdurado en el tiempo. Era tan fanático que algún cronista de la época cuenta que le importaba tres pepinos que fueran duques, condes o marqueses, que si no sabían de carne y no sabían hablar de ella, los desconsideraba y no los favorecía en la corte. Vaya crack, este era un gáudaro y no lo sabía, creo que sus antepasados eran de Gaudaru XXD

        Contestándote:
        1.- Sí, te sirves los tres tiempos tú mismo de la cacerola que te dejan en la mesa sobre unas planchas, se mantiene caliente sin problemas. Después de la sopa, tienes que rebuscar el trozo de médula para extraer el tuétano, y luego la carne, pero se identifican muy fácil ambas.
        2.- Las instrucciones las tienes en alemán, creo que recordar que también en inglés, te las repite el camarero, y… hay gráficos tanto en la carta como en unos folletillos de cartón en los que explica los tres tiempos jejeje

  • el 19 mayo, 2019 a las 11:00
    Permalink

    Bueno no dejo valoración del restaurante porque no he ido, pero sí un breve comentario sobre la cocina Austriaca, he estado varias veces de vacaciones en Austria (no zona de Viena, más bien zona cercana a Italia y Eslovenia) a mí particularmente me encanta, les gusta mucho su cocina tradicional y la hacen por todos lados, con más o menos éxito pero no se cansan. En general la calidad de los productos es buena y aprovecha muy bien los recursos que allí tienen, recuerdo un restaurante que estaba en un lago con truchas y se había especializado en pescados del lago, solo cocinaba pescados del lago y preparaba un caviar de trucha que ya me gustaría tener a mí la posibilidad de comprarlo aquí. En regla general la calidad precio en restaurantes de la “calle” (no en alta gastronomía. ahí siempre el precio es lo que és) es bastante buena, incluso me atrevería a decir que más económico que los franceses y los Italianos y por supuesto que la estafa Suiza.
    @aurelio me ha encantado tu valoración, apuntado para cuando vallamos a Viena.

    • el 22 mayo, 2019 a las 07:34
      Permalink

      Gracias @bluffant
      Totalmente de acuerdo contigo en eso de “les gusta mucho su cocina tradicional y la hacen por todos lados”, y en que no es cara comparada con otros países cercanos.
      Hablando de sus productos, comí una lucioperca soberbia, no imaginé yo que ese pez fluvial tan poco apreciado aquí pudiera estar tan rico.

Deja un comentario