MANAW Nikkei Bar



Ubicación: Adressadors 10
       Valencia (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46001
Teléfono: 960691632
Horario: Cierra martes
Menciones:
Tipo de cocina: Fusión, Japonesa, y Peruana
Te puede interesar: Vino por copas
Web: https://www.manaw.es/
Precio estimado: 55,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   2
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 2 Valoraciones
Cocina 5 5
Servicio 5 5
Local 3 3
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 5 5
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6 comentarios sobre “MANAW Nikkei Bar

  • el 14 enero, 2023 a las 22:17
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    No tardé en ir ni dos semanas tras recibir la siempre solvente recomendación de Javier Aleis (aconsejo encarecidamente la lectura de su reseña, justo debajo de esta).

    Se encuentra muy cerquita del Mercado Central de Valencia, en una de esas deliciosas, anchas y peatonales bocacalles de la Avenida del Oeste.

    Tienen este MANAW Nikkei Bar del que vamos a hablar, y al lado, como a 100 m más cerca del mercado, otro establecimiento de la misma propiedad llamado MANAW Wine Bar. Cuando pregunté la diferencia, me contestaron tan sintéticamente como: “El Nikkei es de pescado, y el Wine de vino y brasas”. Juer, pues a cuál más atractivo, ¿no se puede ir a los dos a la vez? Jajaja Bueno, no tardaré en visitar el Wine.

    El local es alargado, muy pequeño, y tiene una buena terraza en la citada calle peatonal, la sala en sí, y una minúscula zona de barra de 4 plazas. Decoración informal, entre rústica e industrial. Las mesas son muy pequeñas y están muy pegadas unas a otras, te reservan sólo hora y media para que puedas cenar, la cocina es casi vista y emite constantemente humos y olores, por lo que tiene siempre las dos puertas abiertas, la mesa en la que nos ubicaron está en medio y en plena corriente… uy uy uy, nonti preocupare le dije a mi mujer, que si lo ha recomendado Javier, vamos a cenar de ohones.

    Como su nombre indica, MANAW Nikkei Bar centra su propuesta en esa exitosa y exótica cocina peruana llamada cocina nikkei, que es un ejemplo ancestral de lo que ahora se denomina cocina fusión, pero esta es arraigada, provocada y originada hace más de un siglo por la emigración de japoneses a Perú, o sea que la cocina nikkei es una mezcla de cocina peruana y japonesa. Apuntar que en Perú, qué riqueza gastronómica la de ese país, existe otra cocina fusión no tan conocida, pero que es brutal también, que es la chifa, en este caso mezcla de peruana y china.

    Haciendo caso a Cromwell, el jefe de sala, no optamos como solemos cuando podemos por el menú degustación, sino que entre sus sugerencias y nuestros must, nos compusimos tirando de carta un degus personalizado que quedó así:

    —————
    • Croquetas de seco de carrillera
    • Causa Ito Ika
    • Nigiri de Gamba roja, emulsión de huevo frito, crujiente de gama y cabeza deshidratada
    • Nigiri de Ventresca de atún rojo, huevo de codorniz, crujiente de gamba, y caviar beluga
    • Tiradito picantón
    • Ceviche calentito
    • Pulpo anticuchero
    • Milhojas Nikkei
    —————

    Bueno, bueno, bueno, pues como no podía ser de otro modo, Javier tenía razón: qué espectáculo de cena.

    Lo único que no me convenció de la cena fue el orden de salida de los platos, totalmente anárquico y desacertado. El que me hubiera gustado es el que pedí, el que figura arriba en el detalle de la comanda, pero salió en el orden que les dio la gana, aunque la verdad es que estaba todo tan rico, que parece que el casi palíndromo que forma su nombre (MANAW se puede leer al revés igual que al derecho pero dándola vuelta a la W) se puede aplicar a sus platos que se pueden comer empezando por cualquiera y acabando con cualquiera. Sí… pero no.

    Comenzamos con el “tiradito pìcantón”…. ¡aguá! ¡qué saborrrrrr! Uffff, es que si comienzas con esto… Tremendo, pez limón marinado en kombu con salsa de rocoto picante, mayonesa de yuzu, huevas de lumpo y aguacate, invadía todas, absolutamente todas tus papilas gustativas, esa pomada de mayonesa cítrica y picante envolvía el pescado, las huevas, el aguacate… Convergencia de texturas y sabores top.

    Casi a la vez salieron las “croquetas de seco de carrillera”, carnosas, sabrosas, crujientes, consistentes…; luego el “nigiri de gamba roja” con una emulsión de huevo frito, crujiente de gamba y por otro lado la cabeza deshidratada de la propia gamba, muy interesante y embelesador el concepto y el juego; tras ellos, la “causa Ito Ika”, como una causa limeña al uso, pero muy fina y con la particular presencia del itosukuri de calamar, un bocado acariciante pero aquí es donde el orden mató el plato, este tenía que haber salido el primero, ya que después del miura del tiradito picantón o de las croquetas, pues… y lo mismo con el nigiri de gamba, que tenía que haber salido en segundo lugar.

    Y llegaron los más, digamos, “serios”: primero el “ceviche calentito”, un original guiso de dados de corvina semi cruda bañada en leche de tigre de ajíes ahumados, miso, ajos tiernos, cilantro; y acto seguido el “pulpo anticuchero”, pulpo braseado sobre parmentier de patata morada ahumada, aderezado con salsas anticucho y criolla, que estando maravilloso, un pulpo de primera en todos los sentidos, a mí no supo a “anticucho”, pero da igual, estaba de morirse, aunque, de nuevo el orden, yo lo hubiera sacado antes que el guiso de corvina.

    “¿Ya hemos acabado? Pfffff, me voy a permitir un caprichín para cerrar, y ya que estamos con este sindiós de orden, voy a acabar con el otro nigiri del día por favor”, y me sacaron el “nigiri de ventresca”, y… ¡menos mal que lo pedí!. Uno de los mejores nigiris que he probado nunca, en serio, Dani, no peco de superlativismo, madre mía, qué puntazo de elegancia, suavidad y untuosidad la base de arroz, y qué acierto esa combinación/superposición de ventresca de atún rojo, huevo de codorniz, crujiente de gamba y… caviar beluga, fffffuá, qué fin de fiesta.

    ¿Fin de fiesta? Esperen, que hay más. Pedimos un postre, pues por pedir, no sé, de hecho dudamos si tomar postre o no, va, venga, uno para compartir, y pedimos el que nos pareció más coherente con el estilo del restaurante, un “milhojas nikkei”, juer, sigo superlativizando, uno de los postres mejores que he tomado últimamente, qué maravilla, un milhojas relleno por un lado de mousse de chocolate, miso blanco y caramelo de tamarindo, y por otro de lúcuma con mascarpone y coco rallado. Pero, pero, pero… ¿qué es esto? ¿y ese toque ahumado? Me declaro fan a partir de este momento de este postre, y especialmente de la lúcuma, una fruta de aspecto similar al aguacate que jamás había probado, ni siquiera oído hablar, y que es la carava en bicicleta. Y, ya de paso, también me declaro fan de Manaw.

    Vinos…, pues tiene cositas, muchas e interesantes, con copas de gama media y trato del mismo correcto sin más. Espumoso, a esta comida le va el espumoso y lo saben, de hecho tiene una referencia genérica que me encantó, qué buena idea: el “cava de la semana”.

    ¿Servicio? Pues rápido, sin mucha formación en general, sin contemplaciones… pero amigo, simpáticos, amigables… y comandados por un crack que ya he mencionado antes, Cromwell, un peruano ilustrado y con mucho oficio.

    En fin, que viva la anarkia, viva Perú, viva Japón… y viva MANAW.

    P.D.: ¡Muero de ganas de ir al otro, a MANAW Wine Bar! Próximamente… en GAUDARU 😉

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 3 3
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 5 5

  • el 6 enero, 2023 a las 17:49
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    Es verdad que el local no acompaña. Ni invita a entrar ni es especialmente cómodo en su distribución ni espacioso en su interior. Es verdad que el local no enamora y, a priori, podríamos pensar que no vale lo que pide. Todo eso es verdad. Pero, pero, pero… también es verdad que nos encontramos con un restaurante de fusión asiática peruana que no tienen ninguna comparación (o yo no la conozco) con ningún local.

    Aquí no se andan con tonterías. Las materias primas son de mucho nivel (qué vieiras, qué pato, qué atún, qué salmón…), y el trato que se les da va totalmente acorde a ese nivel. Qué fondos, qué salsas… Adictivos al cien por cien. Personalidad arrolladora en cada plato con sabor puro, directo y claro.

    Si a esto le añadimos un servicio atento, rápido, ágil, directo, cercano y profesional, encarnado por una enorme profesional de nombre Ana, pues… sale Manaw.

    Para mí, un enorme descubrimiento y, de lejos, el mejor restaurante de fusión de Valencia (en mi opinión). No puedo entender como las grandes guías con sus “gurus” correspondientes no colocan a este restaurante en el lugar que se merece. Enorme restaurante en cocina y en servicio. Se podrían pulir detalles, pero todo queda apisonado por su grandísimo potencial

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 5 5
    Local 3 3
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 5 5
    • el 7 enero, 2023 a las 13:32
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      Madre mía, el tiempo que hace que lo tengo pendiente! Llegué hasta a tener una reserva, pero la tuve que anular por algún problema. Leyéndote, retomo el tema YA.

      Pero oye, ¿y qué diferencia hay entre el Nikkei Bar y el Wine Bar? Están en diferentes locales, ¿no?

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