Hofmann



Ubicación: Carrer de la Granada del Penedès, 14
       Barcelona (Barcelona)
       España
Código Postal: 8006
Teléfono: 932187165
Horario: Cierra domingos
Menciones: 1 Estrella Michelin y 1 Sol Repsol
Tipo de cocina: Actualizada
Te puede interesar:
Web: https://www.hofmann-bcn.com/es/restaurante
Precio estimado: 85,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 5 5
Servicio 4 4
Local 4 4
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 3 3
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8 comentarios sobre “Hofmann

  • el 21 julio, 2019 a las 09:56
    Permalink

    Qué ganas le tenía, no exagero si digo que hace 20 años que quería ir. Esto de ser el único restaurante-escuela del mundo con estrella Michelin me tenía intrigado, tanto por el concepto como por el galardón.

    Y ahí nos plantamos un sofocante día de finales de junio, en una callejuela estrecha en la privilegiada parte alta de Barcelona, por Sant Gervasi.

    La fachada es muy cool, muy disseny, en la sala cambiamos el tercio y pasamos a un interiorismo clásico minimalista, pasan los años, de líneas muy depuradas, colores discretos, y la cocina, vista a través de un gran ventanal rectangular, hipnótica, como gran protagonista, dejando claro lo de “escuela”, con cocineros impolutos, jóvenes, circunspectos, aplicados.

    No optamos por el menú-degustación, sino que elegimos de carta un plato mi pareja y otro yo de entrante, lo mismo de segundos, y un solo postre, todo para compartir:

    ———-
    La Clásica Tarta de Sardinas de Mey.
    Salpicón de marisco, sopa fría de jengibre y apio.
    Cangrejo de cáscara blanda crujiente, verduras salteadas y salsa picante de curry verde.
    Ravioli de bogavante, mini verduras, salsa de citronela y hoja santa.
    Crujiente de vainilla.

    ———-

    Una cocina catalana con clara influencia francesa, seria, depurada, clásica actualizada, muy técnica, moderada, apacible, redonda.

    Mantienen en carta muchos de sus platos icónicos, cuando quitan alguno lo tienen que volver a poner. Me quedé con las ganas de probar el celebérrimo Canelón de ternera, crema trufada de queso y teja crujiente porque lo habían retirado de la carta, pero ante las quejas lo vuelven a introducir en septiembre.

    La también celebérrima Clásica Tarta de Sardinas de Mey, único plato que siempre ha estado en carta, no puede ser más bonita, ese brillante plateado color de las escamas resaltado nosécomo y ese sabor ligeramente ahumadito, delicado, equilibrado… Y qué decir del Crujiente de vainilla, una crème brûleè de vainilla envuelta en pasta philo con coulis de frutos rojos, qué preciosidad y qué saborrrr, una detonación cremosa cada vez que cogías un saquito relleno y te lo metías en boca, nuevamente delicadeza, suavidad, textura acariciante, amable. Algo raro, no me pasa nunca, pero de todos los platos que tomé me quedo con este, con un postre, me ganó.

    El servicio también muy de escuela, mucho oficio, amabilidad y buenas maneras.

    Como mi pareja no bebía, me sacaron unas copitas de cava Gala Vallformosa Reserva 2013, luego una de El Pispa Garnatxa 2017 de Montsant y con el postre, Ochoa Moscatel Vendimia Tardía 2017.

    Salimos con mucha paz, muy zens, reflexionando cómo pasa el tiempo, cómo un restaurante que en su día se contaba que era rompedor en cocina y en concepto se ha convertido en un clásico… ¿tan viejos somos?

    Valoración media 4 4
    Cocina 5 5
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 3 3

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