Leña Madrid



Ubicación: P.º de la Castellana, 57
       Madrid (Madrid)
       España
Código Postal: 28046
Teléfono: 911085566
Horario: Abre todos los días de la semana
Menciones: Recomendado Repsol
Tipo de cocina: Asador
Te puede interesar: Romántico
Web: https://grupodanigarcia.com/lena/madrid/
Precio estimado: 70,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 4 4
Servicio 5 5
Local 5 5
Servicio del vino 4 4
Relacion calidad-precio 3 3
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Un comentario sobre “Leña Madrid

  • el 16 julio, 2022 a las 12:25
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    Leña Madrid. Las brasas x Dani García
    ……………

    Si bien es cierto que en Madrid siempre ha habido buenos asadores, parece que se están poniendo de moda los de corte cool. Los de antes, muchos de los cuales perviven y lo hacen con éxito, eran, son, en su mayoría, de corte clásico. Los de ahora, apuntan elementos diferenciales, actualizados, como la técnica, o toques de alta cocina, o de refinamiento absoluto, o aportes de mestizaje, enfoque bio, o fuegos artificiales, o diseño de interiores, o…

    Y ya no solo en Madrid, qué va, por todo el territorio nacional. Así, en la última década hemos visto como triunfaba de un modo apabullante ese genio llamado Bittor Arginzoniz con su Etxebarri (un asador vizcaíno alcanzando puestos de pódium en las más prestigiosas clasificaciones mundiales, sí, mundiales, de restaurantes). Y a Bittor le acompañan otros pedazo de asadores con ese algo más, como cómo no, uno de los pioneros, guipuzcoano, qué tradición de asadores en Guipúzcoa, el aclamado Elkano (¡qué rodaballo!), o su vecino injustamente eclipsado por él, Kaia Kaipe (¡que besugo¡), u otro vecino de interior, más reciente, el zestoarra Araneta (¡qué lenguado!), o el asturiano Güeyu Mar (¡que virrey!), o los valencianos Askua (¡que chuletón!) y Tavella (¡qué… todo, pero qué corvina!) o el sorprendente alicantino Ca Joan (¡qué maduraciones llevadas hasta el extremo!). Y tantos otros que debería citar pero que no hago porque la lista sería interminable.

    Si en mi penúltima visita a Madrid había estado en otro asador moderno, Roostiq (¡qué torrezno!), en la última, con dos amigos del alma e invitado por uno de ellos, se nos hace mayor, recalamos en ooootro asador, de nuevo de corte moderno, Leña.

    ¿Y qué aporta Leña en todo este panorama? Pues varias cosas: primera y fundamental, que es “by Dani García”, con lo que eso vende; segunda, la ubicación y el ambiente súpercool; tercera, elementos efectistas de los que luego hablaremos; cuarta, una carta inabarcable; quinta, el presuntamente nuevo concepto de hamburguesa

    En plena Castellana, en los bajos del hotdel Hyatt Regency Hesperia Madrid, en un localaco tremendo, decorado y ambientado con mucho acierto, rollo intimista, moderno y elegante a la par que desenfadado… ahí ha desembarcado Dani García (y lo ha hecho a lo grande pues está junto a otro local suyo, el bi-estrellado de sopetón Smoked Room).

    La carta es muy extensa y variada, uno va con ganas de probar todo, pero no hay manera, y si además va con dos abueletes flojitos… pues ni te cuen, vamos, que salí con más hambre (o ganas de comer jeje) que el perro de un ciego.

    Al final, pedimos (pidieron, bueno, pedimos, o no, pidieron, pidieron… con mi asesoramiento desinteresado jeje, me estoy descoj… de imaginar sus caras cuando lo lean):

    —————
    Ensalada César “La Original” de vaca vieja. Hojas de lechuga larga, aliño César hecho al momento, láminas de copa de vaca vieja y aceite ahumado
    Puerro asado al carbón. Puerro asado lentamente al carbón, mortadela trufada de cerdo ibérico, salsa gribiche y avellanas.
    La burger que le dio sentido a todo. Carne madurada picada delante de tus ojos. Tras ser triturada por el propio personal de sala pasará por las brasas de leña. Solo tienes que disfrutar de su sabor. Dos baby burgers, salsa bull, pretzel y queso havarty. Versión de la hamburguesa servida en Dani García restaurante, tres estrellas michelin 2019.
    Yakipincho de wagyu A5. 2 unidades, 25gr cada una
    —————

    Bueno, pues fue una cena, y perdonad esta expresión tan “demodé” pero que tanto me gusta, la mar de agradable. Quizás más efectista que profunda, pero bueno.

    El ambiente, como decía, es guapísimo, con un mobiliario, una decoración, y una iluminación, casi más de pub moderno y elegantón que de restaurante, en el que te encuentras francamente a gusto.

    Muy importante el trabajo en sala en la percepción global de la experiencia, hay una apuesta decidida a acercar el producto y la cocina al comensal, primero con la cocina vista, y segundo con el trabajo en sala. En nuestro caso por ejemplo, antes de comenzar a servir platos, nos sacaron la pieza de vaca vieja con la que iban a hacer la hamburguesa y la picaron delante de nosotros en una picadora fashion; y la Ensalada César la elaboraron también ante nuestros ojos, con un carrito ad hoc, con una liturgia similar a la del steak tartar cuando te lo preparan en sala (y además mientras tanto te cuentan el origen de la misma… si se lo pides). Tanto trabajo en sala, a uno de los comensales, tan mayor como descreído y cínico, le llegó a provocar la siguiente reflexión, que verbalizó en bajito, pero no lo suficiente para que los otros dos no la escucháramos, con estupor y jocosidad: “Y el chef, ¿qué? ¿tocándose los…?”

    La “Ensalada César”, al margen del efectismo, estaba muy muy rica, con cada hoja untada por una pátina de ese aliño untuoso y sabroso; el “Puerro asado al carbón”, bien sin más, me gustó mucho más el de Roostiq, aunque aquí tenía el punch de la excelente mortadela; “La búrguer que le dio sentido a todo”, rica rica de verdad, riquísima, aunque no deja de ser una hamburguesa; y el “Yakipincho de wagyu A5”, una locura de sabor, de finura y de suavidad, que se veía alterada por algún trozo excesivamente tirante.

    Me gustó más Roostiq, más fundamento, más clara la misión, el marcado y loable enfoque bio, el huerto y corral propio… y el torrezno. Eso sí, en efectismo y ambientación, Leña supera a Roostiq claramente. Y en el tema servicio, porque aún siendo muy bueno el de Roostiq, en Leña es un despliegue tremendo, y además de gente agradable, simpática y comprometida con la empresa. Comparo estos dos restaurantes, me resulta inevitable, por haberlos visitado casi seguidos y por tratarse de las últimas o más sonadas aperturas de asadores trendy en Marrid.

    Olvidaba la mantequilla, braseada de algún modo, detalle de la casa, y que por cierto, también tiene su trabajo en sala, ya que sacan como una bola enorme y llamativa de la cual el camarero va rebanando láminas ante ti para servirla en tu cuenquillo. Había escuchado hablar mucho de ella y, bueno, a años luz de la de Azurmendi, me pareció sobrevalorada, como el propio restaurante, la verdad. La sombra de Bittor es alargada.

    Valoración media 4 4
    Cocina 4 4
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 4 4
    Relacion calidad-precio 3 3

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