Jesús Gor



Ubicación: Avda Blasco Ibánez, 1
       Canet d'En Berenguer (Valencia/València)
       España
Código Postal: 46529
Teléfono: 962608432
Horario: De 9 a 0h todos los días.
Menciones:
Tipo de cocina: Mediterránea
Te puede interesar:
Web: https://www.jesusgor.com/
Precio estimado: 40,00€

Valoración media :  
5 stars   0
4 stars   0
3 stars   1
2 stars   0
1 stars   0
3 estrellas de 1 Valoraciones
Cocina 3 3
Servicio 4 4
Local 4 4
Servicio del vino 2 2
Relacion calidad-precio 3 3
Compártelo

3 comentarios sobre “Jesús Gor

  • el 27 agosto, 2022 a las 10:29
    Permalink

    Jesús Gor es un clásico de la playa de Canet d’En Berenguer, una plaza difícil si la visitas en verano, así que encontrar algún restaurante que trabaje simplemente bien es todo un logro.

    Posiblemente el restaurante Jesús Gor sea el más cuidado en cuanto a local, incluyendo la terraza, servicio y regularidad en sus cocina. En su salón interior puedes comer viendo el mar, disfrutar de la brisa nocturna si vas a cenar y sentirte cómodo en unas mesas bien separadas y, hasta ahora, vestidas. En nuestra última visita nos tocó una mesa de madera clara, sin mantel, pero sumamente agradable, aunque yo siempre prefiera notar las faldas de la mesa en el regazo.

    A mediodía hay que ir a por los arroces, preferiblemente los marineros, así como la fideuá. No, serán los mejores arroces que hayas comido, pero sabes vas a comer bien seguro y vas a ser atendido perfectamente por un equipo consolidado y que se esmera por ser profesional.

    Los entrantes tampoco desmerecen, pero aquí hay que saber elegir y los precios, en algunos casos, están algo inflados, como el plato de pan que cuesta 8€ y lleva 4 rebanadas de pan mediocre.

    ¿Qué pedir de entrantes en Jesús Gor? Pues las gambas con gabardina que no están nada mal, el rebozado, siendo bastante grueso, está muy logrado, nada aceitoso, y el gambón es de buena calidad y tamaño.

    Los berberechos al vapor, sin más secreto el buen producto, son una excelente opción, como los buñuelos de bacalao con salsa romescu, un rebozado perfecto para una ración generosa.

    Especial mención requiere el foie, un micuit que siguen sirviendo como a principios de los 2000, con cuatro cucharas: sal maldon, reducción de PX, mermelada de violetas y mermelada de albaricoque. Sí, señores, siguen haciendo la tan manida mermelada de violetas que conquistó todos los platos de foie hace 20 años. El caso es que la ración de este foie es escasa, el precio algo elevado para lo que ofrecen, pero solo por la presentación demodé merece la pena verlo (no se pierdan las foto).

    La carta de vinos es sencilla aunque tiene referencias interesantes, con precios muy elevados, casi todos duplican su PVP en tienda, con una copas normalitas y un servicio que abre la botella, no da a probar, sirve y se desentiende. Aquí hay mucha labor que hacer, aunque entiendo que igual la playa no es el lugar donde la gente le de importancia a estas cosas…

    En conclusión, mejor para comer que para cenar, Jesús Gor ofrece una interesante propuesta, a precios algo más elevados que el resto, pero con la seguridad de que no notarás la temporada alta.

    Valoración media 3 3
    Cocina 3 3
    Servicio 4 4
    Local 4 4
    Servicio del vino 2 2
    Relacion calidad-precio 3 3

    • el 30 agosto, 2022 a las 13:58
      Permalink

      Hostia, me acuerdo los años que estuve veraneando en Valencia Capital (2009-2014 más o menos), 2 de cada 3 veces que íbamos a la playa íbamos a Canet, y fijamos Jesús Gor como referencia para comer, salvo alguna prueba en algún otro cercano, casi todos los día que íbamos a Canet comíamos ahí, ya fuese en algún menú que tenían o a la carta en plan picoteo.

      Para un día playero, sin grandes pretensiones, y sin tener que castigar demasiado el bolsillo me parecía una opción perfecta, además de cómodo con su aire acondicionado, sus mesas amplias y sillas cómodas, vamos, que era un día de playa con plus. 😛

      • el 31 agosto, 2022 a las 10:03
        Permalink

        PUes @lair, si vuelves encontrarás exactamente lo mismo, con lo bueno y lo malo que este conlleva. Y sí, acabar un día de playa y sentarte en un salón como Dios manda y no en un chiringuito de sillas de plástico, no tiene precio.

        Saludos
        Dani

Deja un comentario