Ubicación: C. Tomás Pérez Úbeda, 6
Casas-Ibáñez (Albacete)
España
Código Postal: 2200
Teléfono: 967461054
Horario: Cierra domingos por la noche y martes
Menciones: 1 Sol Repsol
Tipo de cocina: De autor
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Web: https://hotelcanitasmaite.com/restaurante/
Precio estimado: 80,00€
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Casi no se ni por dónde empezar, después de tanto tiempo… Bueno, esto es una visita del verano pasado, al famoso Cañitas Maite…
He de decir que desde mi lugar de veraneo lo tengo a la misma distancia que el Maralba o Baga, hora y media aprox.
Por supuesto nos quedamos a dormir en su hotel, hicimos, comida, cena y desayuno, un completo.
Mi primera impresión al llegar al comedor y ver a tanta gente, fue de… uffff, no sé yo, porque el local en pleno agosto estaba a tope, he de decir que el servicio estuvo muy bien, disponen de mucha gente, a nosotros nos tocó un camarero de la vieja escuela, había mucha gente en sala y cocina joven, la vieja escuela nunca falla, no digo que la gente joven bien preparada lo haga…
No es un ambiente gastronómico estricto, es decir grandes comedores, mucha gente, ruido, etc. Para eso han montado este año el OBA donde imagino que buscaran, y encontrarán la estrella.
PARA COMER
… nosotros pedimos el menú degustación a 68€, curioso en la web a día de hoy marca 65€, no han quitado pases, pero más barato que en verano, parecido al de hoy con alguna ligera variación.
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Homenaje a la matanza
Corte de avellana y foie
Ninoyaki de queso manchego y trufa negra
Croqueta de jamon ibérica (ganadora, merecida de Madrid fusión)
Roll de costilla de vaca
Alcachofas baby, yema y papada
Carabinero asado en manteca de orza.
Presa Joselito y pisto de verduritas
Cacao en potencia y flan de nata fresca/yogurt de oveja
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Hasta aquí el menú, rico, aunque lo mejor la croqueta y la presa, todo lo demás muy correcto, pero nada del otro mundo he comido mejores carabineros, y también peores, la alcachofa fuera de temporada, rica.
Además pedimos, fuera de menú, el donut de rabo de toro (6,5€), oreja de cochinillo confitada (4,5€), saam de cochinillo y cigala (5,95€), por completar que se dice, para beber un blanco lirondo, natural de castilla león, muy rico ya conocía, buena carta de vinos, no muy larga, pero con cositas.
PARA CENAR
… tiramos de la carta de barra.
Repetimos la croqueta (3,5€), mucho mejor a la hora de comer, en esa ocasión el velo de copa se fusionó con la croqueta y estaba mucho más ricas, textura, etc, se lo comente al joven de la noche y me dijo que ese día no habían dado abasto con la masa, y que quizás las de la noche no tenían el mismo reposo, muy bien, sabiéndolo no hay ningún problema, al no estar tan reposadas, tampoco las dieron el calor como para derretir el velo de copa, me pareció muy bien la explicación.
Bikini trufado (5,95€) repetimos el roll de costilla de vaca a la barbacoa, gofre de patatas (4,5€), el bocata de calamares (5,95€), mini calabacín en flor (9,5€), chantarellas, parmentier y trufa (9,9€), espárrago (fuera de temporada) de Tudela a la brasa (8,5€), una torrija brioche (7€) y tarta semilíquida de quesos manchegos (7€), para beber cerveza.
El desayuno del día siguiente, bufe, muy correcto.
–> Conclusiones:
Si te pilla de paso, no lo dudes, recomendable, ahora yo esta propuesta, teniendo a la misma distancia auténticos oasis gastronómicos como los mencionados al principio del relato, no lo veo.
Luego las expectativas eran muy altas, creadas por todos los blogueros, especialmente madrileños, y la prensa, pero si tienes una buena agencia de publicidad es lo que hay.
No digo que no halla cocina, pero el alma espero que este surgiendo del proyecto más personal que tienen ahora OBA, porque lo descrito, desde mi punto de vista, a excepción de usar manteca para el carabinero y queso manchego, poco tiene que ver con la identidad de la zona, ni con la temporalidad de ciertos productos, esta cocina en miniatura la puedes probar en muchos sitios, Donosti, Pamplona, Valladolid, y hay muchos restaurantes en el mismo Madrid que tienen estas o parecidas elaboraciones .
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Yo lo que vi un lío es el tema de los menús degustación: uno de barra, otro de mercado, otro mix, luego la carta por otro lado… me pareció muy confuso.
A ver OBA, habrá que ir, cualquier día me escapo y te cuento.
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Pues tenia yo ganas, muchas ganas de ir a este restaurante. Y hoy ha sido el día. Procurare ser objetivo y creo que tendré que tener en cuenta, tanto la expectativa (fundada o no) que tenia de este restaurante en base a los múltiples comentarios en RRSS y prensa “especializada”, como el que me hubieran obligado a escoger un turno de cocina sí o sí. Lo primero era a priori, positivo, lo segundo, a priori y a posteriori, negativo.
Tomamos platos sueltos de la carta :
1.- Corte de avellana y foie – Galleta crujiente de avellanas tostadas, gelatina de foie de pato y confitura de frutos rojos — 4,95€. Galleta buena en textura y sabor , foie con demasiada gelatina y muy bajo de sabor
2.- Ninoyaki de queso y trufa negra – Esfera líquida de queso de cabra (Granizo, La Rueda del Cabriel) y trufa negra, base de pistachos y crema de membrillo — 3,90€. La masa que envuelve al queso demasiado gruesa. El queso de textura perfecto, de sabor demasiado acido. Sí, ya se que el que so de cabra es ácido, pero éste en concreto, para mí, demasiado ácido.
3.- Croqueta de jamón ibérico – A base de mantequilla y leche fresca de oveja, dados de jamón de bellota Joselito, lámina de copa y airbags de su tocinillo (Premio Mejor Croqueta del Mundo Madrid Fusión 2021) — 3,50€. Excelente plato, excelente en sabor y en textura. Mejor croqueta del mundo? Pues… eso ya lo dejo a pensamiento de cada uno. Para mí, es una croqueta top, pero de ahí a la mejor que he comido… un abismo.
4.- Nuestro bocata de calamares – Croissant artesano de mantequilla y tinta relleno de un guiso de txipirones a la bruta ligado con un tartar de calamar y acompañado de una emulsión de ajos asados (Premio Mejor Croissant España 2021 Panem Madrid) — 7,00€. No me ha convencido este plato. A mi me ha sabido mas a un calamar a la americana a que a un bocadillo de calamares. Ya se que es un símil cuando se nomina así, pero, para mi el resultado de este plato no es lineal, es demasiado pastoso en la boca.
5.- Bikini trufado — Pan hojaldrado, pastrami de black angus ahumado, cheddar viejo fundido, láminas de trufa y mostaza de cerveza — 7,00€ . Lo mejor de la comida. Equilibrio de texturas y de sabores. Pleno en boca, llenando las papilas. Hemos repetido de hecho. Sobresaliente.
6.- Anchoa. Anchoa sobada en casa / Mantequilla sobre brioche. Muy buen plato, la anchoa extraordinaria y la mantequilla en su conjunción también.
7.- Flan de nata fresca / Yogur de oveja — 8,00€. textura de Flan Mandarin con sabor excelente
8.- Cacao en potencia… dejémoslo en cacao a secas. Potencia, potencia muy poca
Hemos bebido Gramona Argent Rose, copas sueltas de un blanco llamado Los Halcones y una copa de Palo Cortado Península.
Bueno, al final, como todo en la vida, la óptica es la que marca el desenlace. Si me preguntas si me arrepiento de haber ido, la respuesta es que no. Nadie me lo tiene que contar. Si me preguntas si volveré, la respuesta es que adrede, no. Si paso cerca y me viene bien esa duplicidad de horarios que tienen, iré. Me ha entusiasmado? No, En absoluto. Me ha decepcionado? En parte sí, o en mucha parte sí. No entiendo tantas y tantas portadas, artículos y menciones sobre este restaurante. Tienen recorrido? Sin duda, pero depende de ellos y de quien los adula. He visto a muchas eternas promesas alabadas por los críticos que se han quedado en promesa y punto. Creo que lo mejor que pueden hacer es apartarse mentalmente de los focos mediáticos que le siguen y hacer lo que les gusta hacer. Hay platos extraordinarios fruto de una imaginación prodigiosa y de un planteamiento soberbio, pero falla, en ocasiones, la ejecución. Considero que hay que dar más importancia tanto al juego de texturas, como la potencia del sabor. Porque al final, una cocina sin sabor es puro artificio y me dolería que mentes tan brillantes como estas fueran engullidas por las adulaciones de quien, en cualquier momento, giran y se van a engrandecer a otro local.
Creo que son un diamante en bruto, que le queda, mucho, mucho por pulir, pero que si se pule bien brillara con luz propia.
Servicio voluntarioso, agradable y amable. No todo lo ágil que requieren sus precios, pero se suple con su entusiasmo. Lo importante es que aprendan, y crezcan, desde la autocrítica, a la par que su cocina.
Lo anterior vale para el servicio del vino.
En resumen, para mí, y solo es mi opinión que no coincide con los que saben:
Pueden llegar sobrados, pero ahora están a años luz. Su restaurante no vale lo que cuesta, aunque en un tiempo podría valer tres veces lo que cuesta ahora y se pagará sin duda. Si revisan cosas desde la humildad y la autocrítica no necesitaran a ningún critico de tres al cuarto para deslumbrar en el panorama gastronómico. Pero insisto… les falta mucho en este momento
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Hola Javier, disfrutando yo bastante más de lo que lo hiciste tú, estamos de acuerdo en varios aspectos.
Si me hubieras preguntado, te hubiera aconsejado que fueras a Oba, creo que quizás encaja más en tus gustos.
Oye, lo que sí me sorprende es la calificación tan baja que le has dado al apartado de Servicio del vino. A mí me atendió un sumiller atentísimo, apasionado, enamorado de su profesión, y nos brindó un trato estupendo (a nosotros… y a los vinos, claro jeje).
Abrazos
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Aurelio me alegro que disfrutaras mucho mas que yo. El servicio del vino fue muy disperso…………..Basicamente (te pondria mas ejemplos) es que me trasmitieron una falta total de dominio de sus carta. Me duele , y me duele decirlo , pero creo que este es un restaurante creado mas por la prensa mediatica que por sus merecimientos. Aunque imagino que se ré yo ele quivocado , porque si todo el mundo habla y no calla sobre el sitio , esta claro que el error es mio.
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Van desbocados, a toda pastilla, frenético: Cañitas Maite – Oba – Acaban de abrir uno en Ibiza – Están terminando otro en Madrid – Otro proyectado en plena naturaleza a los bestia por La Mancha…
El día que fuiste, me la juego a que no estaba el sumiller que me atendió a mí, entonces era el titular, ese chaval controlaba mucho y era un apasionado, seguro que hubiera conectado contigo. Yo percibí que iba a durar ahí poco, se lo comenté a Teresa al salir, se notaba que él quería algún lugar grande con carta de vinos de las de champions
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Pues no digo que no……………Pero no creo que vuelva alli. Lo lamento de verdad , pero a mi me dio la impresión de una burbuja en forma de restaurante……. o será que estoy mayor , que tambien puede ser. Pero al final, para mi , hay muchos restaurantes antes que este para hacerme 300 km y pagar lo que se paga…….
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Bueno, pues tocó el turno de darme el caprichín de visitar Cañitas Maite, uno de los restaurantes más de moda, más pujantes del panorama gastronómico actual.
¿Y por qué está tan en boga? Pues porque está perdido en un pueblo de Albacete, Casas-Ibáñez, a 60 km de Albacete capital, a 120 de Valencia; porque sus propietarios son dos chavales de apenas 24 añitos; porque comenzaron haciendo una llamativa cocina cañera de barra de bar; porque han caído en gracia en el circuito foodie; porque han ganado un montón de premios, entre ellos el Premio Cocinero Revelación Madrid Fusión 2021; porque…
Ellos son Javier Sanz y Juan Sahuquillo, ibañeses ambos, amigos de la infancia, estudiaron juntos den la misma Escuela de Hostelería, la de Toledo, marcharon a formarse por ahí (uno en Casa Marcial y Atrio, otro en Maugaritz y Andreu Genestra), y volvieron al pueblo a llevar entre los dos el restaurante del hotel del mismo nombre propiedad de la familia de uno de ellos.
El restaurante se encuentra en una callecilla anodina del pueblo, y llama la atención por su imagen e iluminación que rompe estrepitosamente esa uniformidad manchega imperante en el pueblo. Está como en un semisótano cuyas ventanas superiores, incardinadas en una imponente estantería de botellas, dan a la calle. Pero es grande y amplio, muy amplio, de vistosa estética modernota, fresca, con aire como de gimnasio/spa de gran urbe. Al parecer hay, o va a haber, otra sala más pequeñita y con otro nombre para presentes, o futuros, proyectos de más alto vuelo.
La propuesta gastronómica, las propuestas gastronómicas, son diversas y te despistan un poco, no te centras. Una carta de barra, otra carta de producto, un menú de barra, otro de producto, otro mix… un poco lío. Nosotros al final nos decidimos por el menú degustación de barra, al fin y al cabo, es lo que les lazó a la fama y lo que a mí me había traído hasta aquí. Se denomina Menú #PuraBarra y se auto define como “un recorrido por los platos más emblemáticos de nuestra carta de barra para comer con las manos”. Nos cambiaron uno de los pases porque habían tenido algún problema, le añadimos otro que figuraba como optativo, y otro más de la carta de producto que nos hizo tilín. Así quedó la cosa:
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• Homenaje a la matanza
• Corte de foie y avellana
• Pizzeta de queso de oveja y piñones
• Buñuelo de queso de cabra y trufa negra
• La mejor croqueta del mundo 2021
• Oreja de cochinillo
• Nuestra versión del bocata de calamar
• Pepito de atún rojo y papada Joselito
• Brioche de costilla de vaca y chiles
• Donut de rabo de toro
• Carabinero asado en manteca de orza
• Tu primer beso
• Cacao en potencia
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Diver, diver, divertido. No puedo decir que inesperado en mi caso, pero pensaba yo que para uno que caiga por ahí de nuevas, debe ser un bombazo desconcertante.
Cocina canalla, punzante, con mucha chispa, saboracos, rollo neo street food, muy actual, pero con constantes guiños a La Mancha y muuucha técnica detrás.
Empezaron muy fuerte con el “homenaje a la matanza”, como un corte de helado de los de antes con el relieve de un cerdo, relleno de ajo mataero (adoro el ajo mataero) en lugar de helado. Espectacular el sabor de la “ de queso y piñones”, comenzaba atacando tu boca desde distintos frentes dispersos y sabrosos para acabar explotando en ella redondeándose en el reconocible sabor de una piza de calidad. La “mejor croqueta del mundo 2021”, rica, rica, no sé si para tanto, pero insisto, rica, rica. La “oreja de cochinillo”, servida entera, un prodigio de técnica (confitada en grasa de pato) para acabar con el clásico sabor, mejorado, y la confluencia de las texturas crujiente y melosa. El “brioche de costilla y chiles”, y el “donut de rabo de toro”, hipersápidos, pero se pisaban uno a otro. El “carabinero asado en manteca de orza”, que fue el plato que pedí de la carta de producto, muy logrado, cómo consiguen los tíos fusionar el mar con la orza manchega, brillante. Brillante también, impactante, la presentación del primer postre, “Tu primer beso” (ver foto), aunque el contenido era ramplón y empalagoso. Sin embargo el segundo y último postre, “Cacao en potencia” que no prometía nada, me chifló.
Me pareció excesivo y pelín cansino el abuso de los panes, brioches y similar. Así como las mahonesas con cosas. Quizás también deberían pensar en cambiar el bajo plato, esa sección de tronco de madera acababa siendo invasiva.
Para beber… esa cena pedía burbijitas, así que pedimos una botella de Recaredo Intens Rosat Brut Nature 2017 y para rematar y acompañar esas bombas finales, un par de copitas de un estupendo tinto de la tierra, Bobal Icon 2018.
El servicio muy majo, desenfadado, como corresponde, pero entregado y atento. Grande ese joven sumiller, Carlos, destilaba pasión por su profesión.
En definitiva, una grata experiencia culinaria. Uno está muy placeao ya en estos tipos de cocina y la verdad es que no me sorprendió lo que esperaba, pero me lo pasé muy bien. Tienen ya 1 Sol Repsol, y conseguirán la estrella, tienen madera, pasión y ganas (cuando nos íbamos, bien entrada ya la noche, estaba todo el equipo de cocineros en un salón medio en penumbra en pleno brainstorming, bien, bien chavales, así llegaréis donde queráis) y además están “deslocalizados” geográficamente, algo que le gusta mucho a la Michelin.
Quizás les falte cuajar un poquito, reposar, para centrar los tiros (abarcan demasiado a mi juicio) y ordenar su propuesta, resulta bastante confusa para el comensal debutante, no sabes por qué optar. Pero ahora es mucho pedir, no es el momento, pues están en plena vorágine, premios por aquí, premios por allá, miles de proyectos… es lo que toca.
Consejo final: si vas a comer y no duermes ahí, ve con tiempo para darte un buen paseíto antes de coger el coche, si vas a cenar, déjate de tonterías y duerme en el mismo hotel, la carretera, tortuosa, se te puede hacer agónicamente interminable. Y… no olvides para en el cercano y pintoresco pueblo de Alcalá de Júcar, que sale merecidamente en todas las guías de pueblos bonitos de España. ¡Hala!, ya tienes excusa para ir a Cañitas Maite.
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