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No sé de dónde salieron, ahí andaban despistadas en mi alacena.
La verdad es que el packaging no puede ser más cuqui: tarrito mini (mirad la foto y comparadlo con mi mano), transparente, las sardinillas colocadas primorosamente, las leyendas “gourmet”, “elaboración artesanal”, “pesca salvaje”, “Báltico”…
BayMar es una casa de conservas catalana (Sant Cugat del Vallés) que se dedica al laterío premium mimando todos los aspectos del producto y su imagen.
Y dentro de su portfolio de productos, pues cómo no, están las sardinas, entre ellas, estas sardinillas que, en esta ocasión (varían en función de temporada y otros aspectos) procedían del Báltico.
La cosa empezó muy prometedora, se torció a mitá camino, y se enderezó al final. Me explico:
• el frasquito me provocó unas expectativas altísimas
• al sacarlas para emplatarlas, las sardinillas literalmente se destrozaron
• su sabor fue maravilloso
Mi familia postiza, muy metida en temas de pescado y tal, siempre me ha comentado que la textura de un pescado depende de varios factores, uno de ellos, si la pesca es de arrastre, en cuyo caso salen las piezas golpeadas y como con las carnes batidas, laxas. Yo, al verlas en el frasco y leer lo de pesca salvaje, las imaginaba tersas y prietas, y qué va, no hubo manera de sacar una entera, ni tampoco media. También es cierto que iban embutidas y abigarradas, no cabía un alfiler en el tarrito.
Y a mi amigo Oti y a mí, nos gustan las sardinillas prietas, sin llegar a estar duras, pero con la carne prieta, oño. Y estas puesss, lo dicho.
Sin embargo, la experiencia finalizó a lo grande, porque no podían estar más ricas, yo creo que, de las no ahumadas, de las más sabrosas que me he comido en mi vida, me las comí a ganchadas (por ansias, y porque estaban deshechas, claro).
No les puedo poner un 5 por esa textura, pero un 4 sí, y holgadamente.
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No es por hacer sangre, pero… Seguro que conoces las anchoas de L’Escala. Apretás en el frajjjco como los tornillos de un submarino. ¿ Y cómo salen ? Pues bailando una sardana 😜
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🤣🤣🤣
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