Marmurio do Río



Ubicación: Rúa da Carcel, 7
       Allariz (Ourense)
       España
Código Postal: 32660
Teléfono: 98889120
Horario: Cierra lunes y martes, y las noches de domingos y miércoles
Menciones: Recomendado Repsol
Tipo de cocina: De autor
Te puede interesar: Con encanto
Web: https://marmuriodorio.es/
Precio estimado: 75,00€

Valoración media :  
5 stars   1
4 stars   1
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
4 estrellas de 2 Valoraciones
Cocina 4 4
Servicio 5 5
Local 5 5
Servicio del vino 2 2
Relacion calidad-precio 4 4
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6 comentarios sobre “Marmurio do Río

  • el 07/10/2025 a las 10:21
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    Pena.

    Pena porque tenía mucha ilusión por este sitio, por reseñas como la de @jose y de otras personas de contrastado criterio. El nexo con Montia y quizás mi ilusión de que fueran del mismo encaste, también jugaron en contra de mis expectativas.

    Empiezo por el final. Salgo como cuando ves un museo de arte contemporáneo raro o de una película de autor alabada por la crítica, pero de la que sales sin haber entendido nada.

    Y ahora voy por el principio: pedimos el menú corto, tratándose de ser cena, preferimos no llenarnos en exceso. Y vuelvo al final: además de confundido y sintiéndome tonto, también salgo con hambre.

    Comienza el menú con cuatro pases, uno por cada elemento de la naturaleza según los griegos. El primero es la tierra. Se compone de tres pequeños bocados:

    un paparajote murciano con cítricos y el contrapunto picante de una gilda. Una pequeña capa de cebolla caramelizada y que imita a una gominola de pica-pica y un mochi de berenjena ahumada, que es un sabor ya muy repetido.

    El siguiente es el aire: un pequeño nido con patata paja y yema de huevo de codorniz que intenta parecer una tortilla de patata, sin conseguirlo. Un éclair de pollo al curry, sin más. Y una focaccia con morteruelo.

    Seguimos con el agua: una especie de cornetto con alga nori, que no dice mucho y un flan de volandeira, que está rico y resultón.

    Y acabamos con el fuego: callos. Deliciosos, como dicen las crónicas, pero servidos como snack en un vaso tamaño petit-suisse. Mejillón tigre ahumado que se come la concha, curioso y una cochinita pibil al revés, donde la tortilla está hecha de cerdo y el relleno es maiz. Curioso juego y de gran valor técnico, pero con sabor nada espectacular.

    Vamos con los entrantes, también de tamaño muy pequeño: corteza de cerdo con tomate y pimiento, un plato muy bonito visualmente. Un steak tartar que quiere ser empanada (esto es un tartar normal, pero con cebolla y pimiento y una especie de teja de pan por encima).

    Acabamos con el plato principal, este sí plato sobresaliente, aunque muy, muy pequeño para ser el cierre. Rodajitas de cañón de espaldilla de vaca (o solomillo del carnicero), curadas hasta casi convertirse en embutido. Me gustó.

    De postre un helado de apio, albahaca y unas cuantas cosas verdes. Muy fresco.

    Entre medias unos quesos. Locales. Bien. Pero tan ricos como escasos. Además, y esto es totalmente opinión personal, jamás pondría quesos en un menú degustación de un restaurante gastronómico. Si acaso como opción.

    En resumen. Platos para epatar, mucha técnica, pero sin que te produzcan un placer evidente. Salvaría los mejores snacks y con ellos haría solo un pase y luego iría con platos más contundentes. Entiendo que todo ese esfuerzo en presentar tanta variedad tiene un coste, pero que luego yo no se apreciar. Prefiría, como digo, una muestra de lo mejor para apreciar la técnica que se maneja y luego ir a una cocina más racional.

    Al inicio del menú nos hablan de temporada, productores y territorio. No veo casi nada de ninguno de estos.

    Y para remate viene el tema del vino. Aunque aquí fuese culpa nuestra por no saber gestionar expectativas. Nos comentan que tienen un maridaje pensado en el menú y que va por vinos naturales y otras bebidas, buscando la originalidad. Además en la carta tienen unas pocas botellas, no más de cuatro o cinco por tipo de vino. Así que nos decidimos por el maridaje, quizás volviendo a pensar en Montia, donde es el único sitio del mundo que pido maridaje y donde este forma una parte indivisible con el menú gastronómico.

    Aquí no. O no lo entendí. Empezamos con un vermuth casero y sin alcohol, que bueno, vale, pero que a mí no me aporta nada. Seguimos con una cerveza artesana local, que me parece bien, pero que tocamos a medio tercio por persona. Que no estaría mal, si luego viniesen ocho vinos, pero no es el caso.

    El vino propiamente dicho se basó en cuatro medias copas de vinos curiosos, pero que en algún caso no casaban con el plato y en una cantidad tan escasa, que si te gusta, como a mí, probar un poco del vino sin la comida, cuando llegaba el plato no había vino, sobre todo en el caso de casi todos que había un vino por cada dos platos o bocados. Servidos en copas impropias de un lugar como este. Finas, sí, pero más de espumoso que de vino tranquilo. Para colmo, con los quesos nos ponen una especie de sorbete de frutas dulce que no casan en absoluto y nos sirven un blanco dulce del Loira con el postre, que no pega nada.

    El local es supe agradable, como un refugio de montaña muy buen puesto y el servicio es super amable.

    Todo esto salimos dos persona a 200 euros. 68 del menú y 30 del maridaje.

    Seguramente yo no entendí el restaurante, por lo que quedaros con la opinión de más arriba.

    Valoración media 4 4
    Cocina 3 3
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 2 2
    Relacion calidad-precio 3 3
  • el 18/09/2024 a las 19:48
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    Luis Moreno, quien fuera uno de los fundadores del reputado Montia madrileño, abrió su restaurante en Allariz (Orense) ¡ Y qué bien que lo haya hecho ! En el mismo lugar, además, del que fuera reputado, y centenario, Casa Fandiño.

    Reformado, y remozado, es un lugar de piedra, madera y agua, de lo más acogedor. Chimenea en el centro, que así nos llega a todos; esto es, también hay fuego. Elementos. Es de esos lugares en que desde que entras te empiezas a sentir cómodo.

    Dos menús. Con nombre; y para variar simplifico: El corto y el largo 😉 Pues al largo (llamado Marmurio) que fui, que aunque largo sea, es “abarcable”. Trata el menú de ir pasando por el mar, tierra y el fuego, pero sin forzar nada, si no como elementos naturales en la cocina, en los ingredientes; tal es así que si no te lo cuentan pues es probable que no repares en ello. Y está bien que así sea, porque la cocina de Luis es una cocina en la que las elaboraciones son realmente complejas, si bien la naturaleza del plato es clara y directa. Sabores nítidos y limpios. Siempre. Complejo y sencillo a la vez. Bocados como el bacalao al pil-pil, los boquerones, la oreja (que me lleva al primer bocado a La Casa de los Minutejos), el gofre de olivas e interiores… Platos vegetales como el fantástico de apio silvestre e hinojo, o el riquísimo postre de natillas de lombarda; y es que a mi los vegetales me llaman sobremanera.

    Vino hay, y una fuerte orientación al vino natural, también. No obstante como iba a continuar camino inmediatamente, pues no lo caté 😉

    Este muy feliz asunto, de 14 ¿pasos? ¿pases? ¿platos?, ricos quesos locales, café con hielo y agüita fresquita por unos cómodos 74 EUR.

    Es un lugar al que ir, y al que desviarse a poquito que vaya uno hacia el noroeste, así, como muy a bulto; como haciendo el no-esfuerzo de encaminarse a él 😊 Es un lugar, muy sí, al que ir.

    Nota: Mecachis. Tengo que editar el día después. Se me olvidó mencionar el buen pan de la panadería local Curras. Que me explican que en la mañana huelen el pan hornearse mientras se toman el primer café. Que es su vecino. ¡ Y que es buen pan ! Y que fue una felicidad tenerlo a mano en el plato de callos. Que no os he contado, pero si hay Luis, hay callos. Maravillosos. Reketemaravillosos. Y que aquí hace la concesión de tenerlos con garbanzos… o no, porque de ti depende que los tenga. Guiño-guiño-codazo-codazo.

    Valoración media 5 5
    Cocina 5 5
    Servicio 5 5
    Local 5 5
    Servicio del vino 0 0
    Relacion calidad-precio 5 5
    • el 19/09/2024 a las 06:55
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      Me ha llamado mucho la atención el entorno interior que tan bien describes, juer, que atmósfera imagino.

      Oye, por otro lado, leyendo lo que dice de él la Michelin, flipo con esto que les debió comentar el chef: “A través de sus menús, intenta hacer un símil con las características del Arnoia, el río local, con tramos mansos y bravos.” 😲 Juer! Qué intención tan ambiciosa! Percibiste algo en este sentido?

      • el 19/09/2024 a las 19:55
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        Me temo que difiero. Mi percepción de la cocina de Luis Moreno es la de una cocina equilibrada, y es lo que él transmite al hablar contigo. No de forma impostada, explicando un discurso de rollo DAFOS, misión-visión-objetivo y esos truños. Nope. Equilibrio sincero y natural. Una cocina con una currada del copón de Avignon, pero con la intención de que cuando tú comas sea todo sencillez, nitidez, ligereza, sinceridad. Sabores siempre nítidos. Que sepan a lo que en tu cabeza está que tiene que saber, y que aunque su forma sea diferente no sea un cortocircuito en ningún momento… No es un ejercicio de ego para que se aplauda como algo “””disruptivo””” (no lo es). Es, además, algo que marca su forma de cocinar el que no haya gritos, estridencias, aristas, agresiones… Todo ha de saber a lo que tiene que saber, sin fuegos artificiales.

        • el 20/09/2024 a las 06:59
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          Grande tu percepción, la he “paladeado”! 🙌👌🙌

          Ahora que, lo que yo me temo es que no difieres con la Michelin, sino con el propio creador, con Luis Moreno, que tiene que toda la pinta de ser quien les dictó el parrafito de marras… 🤣

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