Oda al plátano de Canarias

Llevamos una mala y larga racha: COVID, Filomena, inundaciones varias y por último, aún está presente y sin fecha de finalizar, el volcán de la isla de La Palma. Preocupante es la dichosa racha, aunque existe gente “pa to” y se prodiguen los negacionistas hasta de los volcanes.

No os voy a escribir de volcanes, ni de desgracias, menos de los negacionistas, y sí, sobre los plátanos.

Todos tenemos en mente el listado de productos que los colonizadores nos trajeron de América, y que tanto nos cambió nuestra alimentación: tomates, patatas, alubias, pimientos, etc. Y qué poco se comenta que los colonizadores llevaron a América aquellos productos que consideraban básicos en su dieta diaria en aquellos momentos, adaptándolos a aquellas tierras. Entre estos podemos citar: albaricoques, almendras, manzanas, naranjos, limones, peras, ciruelas, nueces, pomelos o espárragos, lentejas, garbanzos, el arroz y la caña de azúcar junto a los plátanos, aunque se consideren estos dos últimos muy vinculados a América. Cierto es que estos dos últimos se adaptaron perfectamente a aquellas tierras creando latifundios, usando esclavos.

En nuestro país la isla de La Palma produce el 35% de los plátanos que cosechamos, solo detrás de la isla de Tenerife, por ello la importancia en su economía. Y estamos hablando del plátano canario, que es más dulce y aromático que las bananas que resultan más secas y arenosas.

Si buscamos un listado de frutas que engordan atendiendo solo a su cantidad de azúcar, el plátano aparece acompañado de los higos, aguacates, etc, pero hay que puntualizar muchos detalles sobre las cualidades nutritivas que en conjunto tienen los plátanos.

Aunque tienen un buen nivel de azúcar, su índice glucémico es de moderado a bajo, teniendo una cifra de de 60, cuando el zumo de naranja es de 65, y casi nadie se preocupa por ingerir tal zumo. El índice glucémico es la rapidez que un alimento eleva la glucosa en sangre. Al tener tal índice en esas cifras, logra que su efecto saciante se prologue más y ello conlleva al dato curioso que la revista ‘Healthline’ los ha incluido en su lista de ‘Los 20 alimentos que más favorecen la pérdida de peso’.

En más de una ocasión os he escrito sobre el efecto antidepresivo de los garbanzos debido a su contenido en triptófano, precursor de la serotonina, hormona del estado de ánimo, pues los plátanos tiene un buen nivel de tal aminoácido, junto a los referidos garbanzos o el chocolate negro.

No acaban aquí sus cualidades, todos habréis visto en los partidos de tenis comer plátanos debido a sus cualidades sobre la reposición de potasio, o su nivel alto de Vitamina A, importante para la vista, y destaca su contenido en melatonina, tan importante para regular el sistema de sueño y vigilia.

Poco os voy a escribir sobre el plátano en la cocina, pero dos referencias no puedo dejar en el tintero, por una parte el arroz a la cubana, con su plátano frito acompañante, o las empanadillas de plátano que hacia mi madre.

Que estas líneas no sean solo un motivo para consumir más plátanos de Canarias en estos momentos, que lo es, sino también para habituarnos a consumir los mismos de forma habitual y constante, que la recuperación tras esta desgracias será larga y complicada y todos debemos colaborar en la medida de nuestras posibilidades y, como los refranes son la sabiduría perenne, recordad: “un plátano al día, mantiene al médico alejado”.

Y no será malo tampoco tener presente lo que dijo Albert Camus: “Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.”

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Aurelio G-M
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Juer Gabriel, es que no hay post tuyo que no aprenda algo: me hubiera jugado un millón de euros (si lo tuviera) a que los plátanos eran originarios de América o de África, jamás de Europa.

¿Y las bananas?

Abrzs

Dani C.
Admin

En mi casa nunca se comió el arroz a la cubana con plátano frito, ni conocía a nadie que lo hiciera. Luego ya llegó la moda, la incorporamos unas cuantas ocasiones y ya se acabó. Hoy en día tampoco lo hago con plátano frito, me saca a mí ese sabor del plato del arroz. Lo que me ha dejado ojiplático ha sido lo de las empanadillas de plátano de su santa madre. ¡No habrás perdido la receta! ¿Las sigues haciendo, Gabriel?

Y sí, hay que apoyar a un producto patrio de fama internacional. En casa los comemos bastante, el niño de postre y yo muchas veces para merendar o almorzar.

Aurelio G-M
Usuario

Hola Dani, en mi casa se ha comido el arroz a la cubana desde que tengo uso de razón, era una comida muy “de viernes”, no me digas por qué.
El plátano frito nos costó a mis hermanos y a mí que nos gustara, mis padres sí lo comían con el plátano desde siempre.
Por cierto, que mi madre solía añadirle longaniza de Aragón, de la fresca, y chorizo, ambos fritos. Era auténtica porn food, uahhhh, que voluptuosidad.

Dani C.
Admin

¡Qué curioso que les gustara a tus padres! O vamos, que lo conocieran así.

Es que por aquí, el arroz se come de tantas formas…. Pero claro, ya no lo llamábamos a la cubana.