Teléfono: 622427272
Ubicación: C/ Pardo Gimeno, 14 3007
Alicante (Alicante/Alacant)
España
Horario: Cierra domingos
Momentos: Cena
Tipo de cocina: De tapas
Web: https://www.facebook.com/lamaquinadeescribiralicante/
Precio medio: 35.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Ensaladilla de alcachofa / Vinos por copas
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Andaba yo por una zona de Alicante que no conozco bien, con necesidad de comer algo y con mucha prisa, así que pregunté a un tipo con pinta de buen gusto a la vista de sus gafas y vestimenta (lo seleccioné en un casting que hice entre otros muchos viandantes que me crucé), y le pregunté textualmente, o mejor, literalmente, que está de moda: “¿Algún lugar por aquí cerca majete para comer algo rápido, no sé, con barra y tal?”. Y, sin mucho pensar, pero con mucha solvencia, me aconsejó La Máquina de Escribir, “te va a gustar, no es barato pero te va a gustar”.
¡Ooooño que si me gustó! Está en una de esas callejuelas sin mucho encanto del barrio de Benalúa. No hace falta que las callejuelas tengan encanto, ya lo tiene, y sobradamente, esta taberna que a la postre resultó ser una vinoteca.
Una máquina antigua de escribir a la entrada a la derecha, a la izquierda una zona con un chaise longue y una vieja bicicleta colgando del techo, un pasillo con barra a un lado y falsa barra al otro, repleto de botellas de vino y con ramas secas cayendo del techo, y una salita de lo más cuca y colorida al fondo, prolongada por una pequeñita terraza interior. Yo, a la barra, claro, ofende la duda.
La carta, vía QR, está muy bien estructurada e ilustrada, y tiene cositas interesantes de calidad de laterío, embutido, quesos, y luego platillos sencillos supongo que semi cocinados previamente y que te terminan y montan en el momento en la diminuta cocina. Tomé:
• Ensaladilla de alcachofa
• Tosta de mortadela de jabalí con trufa negra italiana
• Canelón de carrillera de ternera con queso Idiazábal (1/2)
• Milhojas de crema
Oye, qué rico todo, porque iba con prisa que si no… Me quedé con las ganas de tomar unos quesos, tienen una cava muy a la vista con una gran y divertida inscripción: “Quesos Molones”, jo, qué pena.
Pero amigo, aquí lo que destaca es el tema vinos. Qué buen descubrimiento. Se nota que este garito es de algún winlover extremo, tanto por la decoración (repleto el local de botellas), como por la maravillosa carta de vinos (simula un códice antiguo, con las referencias escritas a mano por el propio dueño), como por la singularidad de la oferta.
Por copas tenían cositas, como digo iba con mucha prisa y no tuve tiempo de entretenerme ni en elegir, bebí: Raventós i Blanc Blanc de Blancs 2018 / Guímaro Mencía 2020 / Laurence Féraud Côtes du Rhône 2018 servidos en buenas copas y perfecta temperatura.
Cuando pedí me extrañó mucho que tuvieran una ensaladilla de alcachofa, pues de todos es conocida la dificultad, que tiende a imposibilidad, de maridar esa verdura con vino, y tratándose de una vinoteca… Pero el chaval que estaba en la barra, en la cocina y en sala (era el mismo, muy agradable y espabilao, había poca gente a mediodía y entresemana) me convenció contestándome con un inapelable: “pues es nuestro top ventas”. Original, deliciosa, como una rusa pero con dados de alcachofa, patata, huevo, mahonesa, pimienta y poco más.
¡Hombre que si volveré! Pero sin prisas, para poder disfrutarlo.
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Vuelvo dos años después… y no puedo sino suscribir todo lo dicho en la reseña de arriba.
Qué maravilla de sitio, qué delicia. Está envuelto por una atmósfera como naif, limpia y cálida.
En esta ocasión tomé:
• Torta Inés Rosales con salmón marinado
• Tosta de cecina
• Manjar de queso
La Máquina de Escribir destaca, dicen por ahí, y dicen ellos mismos, por sus vinos y por sus quesos. Yo añadiría que por sus tortas y por sus tostas, no por lo que llevan arriba, que también, sino por ellas en sí mismas.
Y bebí, unas copitas de Agaliu 2022 Costers del Segre D.O. y de Rosers 2022 Alicante D.O., dos blanquitos top, mediterráneos ambos, fermentados en barrica ambos también, el primero una macabeo esbelta, crecida en su sitio, donde toca, el segundo una chardonnay singular, fuera de lugar, donde no toca, pero extraña y maravillosamente adaptada.
Tres encantadoras mujeres se encargaron de que, además de cenar de maravilla (acodado en la barra, bueno, en una mesa alta que es un apósito de ella), me sintiera maravillosamente con su trato y sus explicaciones.
Buena gente, buen lugar, buenas viandas, buenos vinos.
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Anda, con salmón ahumado la torta de Inés Rosales. Qué rica. No se me había ocurrido =^.^=
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Sip!
Y con un poquín de eneldo arriba (y queso cremoso con aguacate abajo)… uau ¡cómo baila el anisete propio de la torta con el eneldo añadido!
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