Teléfono: 976299834
Ubicación: C. de los Estébanes, 10 50003
Zaragoza (Zaragoza)
España
Horario: Abre todos los días de la semana
Momentos: Cena
Tipo de cocina: De pinchos
Web: https://www.bodegasalmau.es/
Precio medio: 15.00€
Tapa, bebida, producto estrella: Anchoas salmueras
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Premisa:
Los bares son un asunto social, cultural, antropológico. Y con ese espíritu, y el de disfrutar siendo parte de ello, hay que aproximarse a zonas como “El Tubo”. Un conjunto de estrechas calles en los que la práctica totalidad de locales son bares, y la concentración de parroquianos va a la par. En líneas generales los locales tienen buen tamaño, pero aun así se llenan hasta arriba y se continúa en la calle. Cervezas y vinos van de la mano, y una media de edad joven, que no juvenil. El método en la zona es el que narró Aurelio en este artículo:
Vamos pues con el lugar…
Es uno de los reputados de “El Tubo”. Llenazo como en día de fiesta mayor. Tienen también mesas altas en la calle. Todo lleno. Mal que bien yendo solo te puedes ir haciendo hueco hasta la barra si le pones voluntad y ganas (y suerte). Pues heme ahí, en el principado de las tapas en que la anchoa es actriz principal. Tienen más cosas, que veo salir danzando lo que creo que son croquetas, ¿o son buñuelos?. Ciertamente si echas un ojo a la carta ves un montón de tapas posibles. Circula la cerveza con alegría, pero aquí también hay vino y marcha a ritmo similar. Hay un buen montón (pero muy buen montón) de vinos por copas, de modo que habrá que mimetizarse con el entorno.
Enga, vamos a tomar algo. Merced a la recomendación de “Nuestro hombre en La Habana”, pedí un par de las que dan en llamar “Explosivas”, consistente en una tostada con crema de atún, anchoa, tomate seco y sirope de vinagre de Módena. Luego un algo de echar un cable a turistas anglófonos, que estaban pelín aturullados los pobretes, y circulando, que aquí hay muchos bares 😉
Este par de tapas y una copa de vino blanco, cuyo nombre no recuerdo pero que estaba bien para el asunto del copear acodado, por algo menos de 8 EUR
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🥺
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Bodegas Almau, todo un clásico, El Tubo no se entiende sin Bodegas Almau.
Lleva abierto la intemerata, más de 150 años, sí, no has leído mal, pues se fundó tal que en 1870. Así pues, ha disfrutado y sufrido de los vaivenes de pujanza, abandono, depauperación, regeneración y resurgimiento de esa zona tan emblemática del casco histórico zaragozano.
Y el resurgimiento de estos últimos años ha sido con tal fuerza que siempre está lleno, de modo que aprovechando la ola han adquirido una gran terraza enfrente donde puedes disfrutar de sus productos o tomarte una copa.
Cuando pienso en bodegas Almau, me viene a la cabeza tres palabras: azulejos, vinos, y salmueras.
La fachada es muy llamativa, salpicada de azulejos rotos blancos y verdes, y con dos pequeñitas mesas adosadas a la misma, que casi impiden el paso de los viandantes en la estrecha calle Estébanes. Si por fuera vemos azulejos, por dentro vemos vinos, porque ésa es su decoración, botellas de vino, todas sus paredes están repletas de estanterías con botellas y botellas y botellas de vino, Almau es un templo del vino, con más de 800 referencias. Por eso empecé a ir yo de chaval -hace muchos años, cuando mi hermano Pablo me habló de este establecimiento- por ir a tomarte una buena botella de vino con los amigos, acompañada de buenos embutidos y buenos quesos.
Hoy los embutidos y los quesos, han dejado paso a una barra surtidísima de tapas, en la que el protagonismo estelar, sin duda alguna, protagonismo casi fagocitante, son las anchoas salmueras.
No hay ruta de tapeo por El Tubo que no haga escala en Bodegas Almau, y no hay quien pare en Bodegas Almau y no tome un buen vino y una de sus anchoas salmueras, elegida de entre su simpática carta de 6 tipos de anchoas salmueras. La primera que se puso de moda fue la “Anchoa Reina” (con aguacate, crema de menta y almendra picada), con esa lograron hacerse un hueco en las citadas rutas. Han ido innovando hasta las 6 comentadas, y desde luego para mí mi favorita sin duda alguna es la “Anchoa Explosión”, como su nombre sugiere, una explosión de sabores salinos y punzantes (crema de atún, boquerón y oliva negra, con anchoa salmuera, tomate deshidratado y sirope de Módena). Yo siempre la pido, no puedo cambiar a otra, pero mis acompañantes a veces piden la mencionada Reina, u otra que lleva chocolate, otra con cazalla, otra con moscatel y queso, otra la “salmuera” de siempre (la típica, sólo con vinagre, la gran dama de los aperitivos zaragozanos de toda la vida)…
El servicio, es sorprendentemente amable, tratan a la avalancha de gente que entra y entra y entra y entra con paciencia y con simpatía, rapidez y profesionalidad.
Un negocio bien llevado, que, unido a su tipismo e historia, le ha conducido a que la Revista Forbes lo catalogue como “Uno de los 10 mejores bares de tapas de España 2023”
¿Qué sería de El Tubo sin Bodegas Almau?
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