Ubicación: Calle Mayor, 12
Ocaña (Toledo)
España
Código Postal: 45300
Teléfono: 925130045
Horario: Cierra domingos
Menciones: 1 Sol Repsol
Tipo de cocina: Actualizada, Manchega, y Tradicional
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Web: http://www.paliorestaurante.es/
Precio estimado: 40,00€
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Me lo recomendó hace un tiempo un amigo, y me quedé con las ganas de ir, así que aprovechando un regreso a casa, y saltándome mis principios viajeros, decidí ponerlo en el navegador.
Hora estimada de llegada: 15:45
Buff, mira que trazo bien las curvas y ahorro kilómetros y tiempo (guiño-guiño), pero dudaba de poder llegar antes e las 15:30, pero aún así, llame y les explique la situación, que podía llegar sobre las 15:45…
– Sin problemas señor, le esperamos.
Desde ese momento, no puedo ser objetivo.
Al final, el Gran Puto Soplapollas, hizo bien lo que mejor se le da, y me acabo haciendo aparcar a tomar por culo, y acabe llegando a las 16:00, al recibirme, sonrisa de oreja a oreja, Bienvenido, ningún problema ante mis disculpas -¿como voy a ser objetivo, cohones?-
Local elegante, sobrio, bonitos alrededores (pegado a la plaza ¿Mayor?) para dar un paseo y tomar algo tras la comida en un buen día.
Ojeo la carta, pregunto por el menú compuesto por 2 aperitivos, entrante, pescado, carne y postre, y como los platos son de la carta, los ajustan a mis preferencias, y todo por 28€ bebidas aparte, pues no tengo dudas.
Los aperitivos cosnstaron de una cremita y una coca de pisto. Y los platos propiamente dichos un rico potaje de Cuaresma, (mezclando garbanzo y judía), unos curiosos calamares en salsa americana, y terminando con una correcto secreto de Iberico sobre parmentier de patata. No deslumbraron. No voy a mentir, pero no tenían ni el más mínimo pero. ¿Aún no os entra en la cabeza que no puedo ser objetivo?.
Para beber, me fueron sirviendo vinos por copas a su discreción , empezando por el mejor aíren que he probado hasta la fecha, aunque tampoco es mucho decir (Finca Villalobillos Pie Franco 2018), siguiendo por un tinto francés, que como no sé cómo denominarlo, pongo La foto, y terminando por una excelente garnacha manchega (Magnolia Garnacha 2017) invitación de la casa. De postre, como ya estaba saciado, lo intercambié por un café y chupito (que no vi cuando me lo servían) y acabo siendo un Hibiki que modorro de mi, eché, casi íntegro al café…
Total 38€ pagados muy a gusto, y con ganas de repetir.
¿He dicho ya que el servicio y la atención son cojonudos?
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Ni eres objetivo, @lair ni se te pide! Molan las narraciones subjetivas de tu experiencia, para eso es tu experiencia.
Yo también la pierdo cuando me tratan así, algo parecido me sucedió en El Marinero de Castro Urdiales hace un porrón de años, cuando llegamos pasadas las 4 de la tarde, sin reserva, y al preguntarle si podíamos comer, un tipo calvo, alto, buena percha, con una chaqueta blanca nos dijo “¡Hombre por Dios, cómo no les vamos a dar de comer, nosotros nos ganamos la vida dando de comer a la gente, pasen, pasen!” Y encima nos regaló un montón de pintxos que habían sobrado del aperitivo y que no aguantaban al día siguiente (eso sí, después de pedir claro jeje)
Me he descohonao con la frase tan Lairtten de “el mejor aíren que he probado hasta la fecha, aunque tampoco es mucho decir” jajaja
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Ya hace tiempo que no he vuelto, pero aún recuerdo la perdiz escabechada que te preparan en mesa, las alcachofas confitadas y gran, grandísimo bote de mantequilla extra que te plantan en la mesa, sin olvidar su hojaldre relleno de crema con toque a coñac (o eso me pareció) coñac no en la cocción de la crema, sino en crudo, todo servido un poco tibio. Espectacular !!
El local es clásico pero muy agradable y sobre todo cómodo.
El servicio impecable, muy atento y nos aconsejaron estupendamente.
El servio del vino no lo pude aprovechas como quisiera, pero por lo que oteé bastante correcto.
Ahora se me ha movido el cuerpo, cuando vaya “pa Madrid” allí que paro.
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Deduzco que el servicio del vino no lo aprovechaste por el tema de conducir… Qué pu!
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Así es Aurelio, put… añádele que mi mujer no bebe, así que no me acompaña nadie y casi siempre me paso de frenada.
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Yo ahí lo tengo mejor que tú jeje, mi mujer bebe, moderadamente pero le gusta mucho el vino, y conduce. Ella pilla el coche nada más salir, mientras yo me echo una siestecilla de media hora… y cambiamos roles.
😉
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