Ubicación: Mercado de Vallehermoso. C. de Vallehermoso, 36, Puesto 33
Madrid (Madrid)
España
Código Postal: 28015
Teléfono: 915281272
Horario: Cierra lunes y las noches de domingos y martes
Menciones:
Tipo de cocina: Actualizada
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Web: https://eldos.es/
Precio estimado: 45,00€
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Restaurante cerrado de forma permanente.
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¡Qué bien se come en este lugar minúsculo! Mira que tiene su aquel que en lo que antes fueran pequeños puestos del mercado hayan proliferado algunos lugares de buen comer. Algunos un poco más amplios y otros menos; este minúsculo. Apenas cuatro pasos de barra y una cocina de algo así como 3×3 pasos. Dos personas. Uno en la cocina, otro en el servicio de mesas. Mesas que se sitúan en el pasillo del mercado, ¡qué remedio!
Carta de longitud sensata en la que todo apetece. Carta en la pared, en QR y también te la cuentan. Fríos, calientes, carne, pescado y postres. ¿Vino? Pues también tienen. No nos pongamos aquí a pedir una carta kilométrica, pero si tienen vinos que pueden apetecer. En mi caso el asunto fuese con una copa de blanco de Sauvignon Blanc y Pinot Gris, de Meyer, y una copa de un tinto de Prieto Picudo leonés. A 3,5 EUR la copa.
Amos allá con lo comido. Unas navajas con un riquísimo caldito refrescante. Ricas ellas, ¡el caldo aun más! Después una rica raya, que es un pez al que le tengo querencia, si bien, y aunque no me llevo bien con la mantequilla en estos bretes, estaba también rica. Venga que sigo, aunque había otros platos bien apetecibles había uno que me llamaba la atención: Apionabo. Se trata de un plato “bardaliano”. El apionabo asado largas horas y un último arreón de ¿grill? Excelente plato. Sencillo, austero y excelente.
Mención aparte para los caldos en los tres platos. Limpios, finos, ligeros y de unos aromas y sabores pristinos. Deliciosa delicadeza.
Vamos con los postres. No pude por menos que “hacerme un Montia”. De postre: Callos 08-) Unos riquísimos callos. Ojo, sin picante, ni garbanzos. Por derecho: Callo, pata, morro. Como para comerte una hogaza con ellos. Cosa que no hice, porque decidí comer sin pan, pero eso sí, tienen muy buen, de Panic.
Ah, y el agüita fresquita te la ponen directamente, nada más llegar sin tener que decir ni mú ^___^
Volvería ahora mismo. ¡Habría vuelto a cenar ese mismo día para completar la carta!
Nota: Os he puesto un precio aproximado sensato, porque quizá no es muy habitual comerse cuatro platos. En mi caso la cuenta fue de unos felices 62 EUR
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Jaja, yo una vez (solo una) también me comí unos callos sin pan. Y salió el chef, entre confuso, contrariado e incrédulo, a preguntarme que cómo lo había hecho, que era la primera vez en 25 años que alguien se comía sus callos sin pan.
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Lo que es difícil es ser de Córdoba y no llamarse Rafael :-p
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