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Y cómo no, que mejor colofón a un viaje que cenar en un buen restaurante, donde además practiquen la comida local, aunque actualizada.
Aheste es un buen restaurante en Estambul que ofrece una mezcla de cocina turca, otomana y en general de oriente próximo, elaborados con técnica moderna y mucha delicadeza.
Tiene dos ambientes, uno con barra de coctelería y mesas más juntas, en un lugar bastante oscuro. A medio camino entre el bistro parisino y el sitio de moda neoyorquino. Adentro tiene un salón más tranquilo y algo más iluminado. Ahí fue donde cenamos nosotros.
Se puede comer a la carta o con menú.
Elegimos el menú degustación que ofrece una serie de platillos al estilo de los clásicos mezze turcos servidos en tres pases.
Destacando el kadayif (la pasta de los baklava) con atún y mayonesa agria de granada o los dos pases de cordero: corazón y cuello. O unos tiernísimos calamares con raki y queso.
Corta, pero interesante carta de vinos (algo subida de precio) de todo vinos turcos. Elegimos un rico kalecik karasi de kuzubag winery que me pareció muy garnachero. Antes tomamos una copa de un blanco local (y uva autóctona). Rico.
Servicio atento y muy profesional.
Todo esto por algo más de 100 euros por persona.
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