La Servil



Bodega: Bodegas Cerrón
País: España
D.O.: Jumilla
Variedades: Monastrell
Precio medio: 20.00€
Envejecimiento: 12 meses en fudre de 5.000 L y barricas usadas de 500 L de roble francés
Tipo: Tinto
Añada: 2019
Grado: 14.0°
Elaboración:

Viñedos prefiloxéricos a casi 1000 m de altitud, de suelos calizos. Cultivo siguiendo preceptos ecológicos y biodinámicos. Vendimia manual. Embotellado sin filtrar ni clarificar.



Valoración media:  
5 stars   1
4 stars   0
3 stars   0
2 stars   0
1 stars   0
5 estrellas de 1 valoraciones
Valoración 5 5
Relación calidad-precio 5 5
Compártelo

Un comentario sobre “La Servil

  • el 25 abril, 2022 a las 08:52
    Permalink

    Quizás sea el vino que más me gusta de Jumilla de los que he tenido la fortuna de catar. Por el contrario, tengo un amigo jumillano y otro aragonés enamorado de Jumilla, ambos de contrastado criterio, a los que no les acaba de convencer.

    ¿Y por qué? Pues muy fácil, porque La Servil no responde en absoluto a los patrones por todos conocidos imperantes actualmente en Jumilla, esta D.O. tan singular (*).

    Y la verdad es que a mí también me gusta que los vinos sean identificables en función de su procedencia, huyo de las uniformidades, sí, sin embargo me gusta apreciar los caracteres locales. Pero oye, es que este vino me ha vuelto loco.

    Otra reflexión: lo caté junto con un Burdeos de enjundia (Château Bernatea Saint-Émilion Grand Cru 2016) en L’hort al Nú, de la mano del gran Jorne Buurmeijer, y fue algo sorprendente, pues se juntaron la atipicidad del jumillano por un lado y el calentamiento climático que quedaba muy patente en el bordelés, de modo que si los hubiera catado a ciegas y me hubieran dicho que uno era un Jumilla y otro un Burdeos, que cuál era cuál, no me cabe la más mínima duda de que hubiera errado clamorosamente.

    La etiqueta ya genera expectativas, tanto por su estética como por las inscripciones que encuentras en ella: “Viñedo prefiloxérico”“Plantado por el bisabuelo”“Cultivo en secano”

    Bueno, vamos a hablar del vino: frescura a rabiar, de la que te atrapa, esa es la palabra que elegiría si me dijeran que sólo podía usar un adjetivo en su definición: fresco.

    Si me dejaran dos… pues sin duda optaría por mineral, qué pasada de mineralidad.

    Y frutal, y complejo, y monte bajo (incluso algún balsámico) y tostadillos finos…

    Ligero pero musculoso, estructurado, de notable longitud y expresividad, lo que no quita para que acabes un trago y te invite rápido a continuar con el siguiente. Es lo que tiene esa embriagadora acidez, marcada pero no ofensiva.

    Aaaasí, sí.

    (*) Interesándome por este proyecto, leo que los actuales viticultores, cuarta generación, tienen como objetivo recuperar el terroir, recuperar métodos de cultivo y vinificación de la época de su bisabuelo… entonces me pregunto: ¿Cómo son los Jumilla realmente?… ¿Como los que hace Cerrón o como el resto?… ¿Y si Bodega Cerrón hace el Jumilla de libro y los demás no?… ¿Quiénes somos?… ¿De dónde venimos?… ¿A dónde vamos?… ¿Estamos solos en la galaxia o acompañados?… ¿Y si existe el más allá?… ¿Y si hay reencarnación?

    Valoración media:  5 5
    Valoración 5 5
    Relación calidad-precio 5 5

Deja un comentario