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“Vinos. Comida. Jazz” reza en su título, y así os lo cuento.
Un lugar de lo más agradable para echar un trago de vino. Barra amplísima en forma de “U” (la pongo en mayúscula porque era grande 😉 ) , que presumo reformada, porque sobre la parte más larga de la barra veo que hay una campana extractora de las de cocina industrial 😀 También hay una buena cantidad de mesas, y una planta inferior en la que tiene toda la pinta que hacen catas.
Mucho vino para elegir, unos cuantos por copas; no muchos, pero sí unos cuantos, a temperatura correcta. Precios en la línea estándar de “¡ cómo está la vida !”. El coperío suficiente; mejorable, aunque suficiente.
De la comida no os comento nada, porque no la he probado. No me llamaba esa oferta en mis circunstancias viajeras. No obstante sí parece razonablemente variada para satisfacer a clientela diversa.
En general me pareció un lugar acogedor en el que poderte tomar una copa de vino escuchando jazz.
Nota: El precio medio indicado es más o menos el de las copas de vino. Hay tanto a 4,5 EUR como base, hasta otros de algo menos del doble, de modo que me quedo más o menos en la mitad.
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