Puesssssssss……………..
No sé si darte la razón o discrepar amablemente.
Desde que me gusta a mí esto del vino he vivido desde la sequía absoluta en Valencia (íbamos a catas a Madrid y Barcelona, imagínate cómo estaba la cosa), hasta el colapso total, el tener que elegir porque una tarde había tres eventos. Luego la cosa se calmó y llegó al equilibrio, y a mí, la verdad, se me pasaron las ganas de tanto faranduleo, pero eso soy yo y mis circunstancias.
El caso es que ahora el tema de la pandemia a reducido mucho todas estas cosas (y tantas otras), no sé si por Madrid ya está la cosa más estabilizada de eventos, pero por aquí desde luego que no. En RRSS las cosas que veo son las mismas, mismas fórmulas de marketing (las obsoletas y las que medio funcionan), los foros muertos (la gente quiere exposición a todo trapo) y las catas de vino cada vez más breves, más sencillas, más de corazón y menos técnicas y, eso sí, los grandes homenajes para que todo el mundo vea que cuando no bebes Salon estás bebiendo Vega Sicilia Único. No critico, me incluyo en estas masas, así que solo hago de mero observador.
Podría ser, José, podría ser que la cosa esté algo más parada y que solo hayan quedado los “verdaderos amantes del vino”. Algo de criba se ha hecho sí, pero no creo que estamos algo lejos de quitar a los de la moda.
Un abrazo
Dani
La vida es tan aburrida sin picante.
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